@Noudiari / La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Ibiza ha desarrollado una jornada informativa en el CEIP Sant Ciriac de Santa Eulària dirigida a fomentar el valor de la solidaridad entre los más jóvenes y a promover el programa «Vacançes en Pau» con el fin de incrementar el número de niños saharauis que visitan cada verano la isla de Ibiza en régimen de acogida.
En la jornada han participado José María Costa, Miquel Jerez y el refugiado saharaui afincado en Ibiza Ahmed Salem, quienes han mostrado las condicionas de vida del pueblo saharaui en el exilio con material audiovisual y gráfico además de explicar las experiencias de sus últimas visitas a los campamentos de refugiados de Tindouf.
Asimismo, los representantes de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Ibiza y Formentera han promovido entre los alumnos del centro el programa «Vacançes en Pau» que consiste en la acogida, durante dos meses, de niños provenientes de los campamentos de refugiados.
La intención de la asociación es incrementar el número de familias de acogida en Ibiza y Formentera. Para José María Costa, presidente de la asociación, «la acogida de niños saharauis es uno gesto de humanidad hacia los que más sufren la situación del desierto y un gesto de solidaridad hacia el pueblo saharaui en su conjunto. Si la vida en los campamentos es dura, mucho más lo es durante la época estival. Las temperaturas llegan a alcanzar los 50 grados a la sombra».
Según José María Costa, «en los campamentos de refugiados la sanidad y la alimentación de los niños saharauis en edades de crecimiento es muy precaria y la ayuda internacional no es suficiente para cubrir esas necesidades básicas. En estas circunstancias la acogida de niños saharauis adquiere una dimensión que supera el valor mismo de la solidaridad para convertirse en una cuestión humanitaria de primero orden».
La asociación confía que este año incrementen las acogidas de niños saharauis respeto de la campaña anterior. En este sentido, Costa confía que existan más familias solicitantes. Según el presidente de la asociación, «en los últimos años las peticiones de acogidas sufrieron un descenso como consecuencia de la crisis económica. Muchos niños quedaron sin salir de los campamentos de refugiados quedándose sometidos a las circunstancias adversas del desierto argelino. Nuestro objetivo es procurar recuperar los niveles de acogida registrados hace de diez años».
Por su parte, Miquel Jerez, calificó de «altamente positiva» la experiencia vivida el pasado verano cono la acogida de una niña saharaui originaría de los campamentos de refugiados. Para Jerez, fueron dos meses llenos de emocionas y nuevas experiencias para mí familia, pero muy especialmente para mis hijos que conocieron las circunstancias en las que viven niños refugiados de su misma edad y sirvió para concienciarles de la importancia que tiene la solidaridad en un mundo lleno de desigualdades».