Antonio Lorenzo Bustamante (Ibiza, 1988) tratará de recuperar el Ayuntamiento de Sant Antoni para el PSOE. Parte como cabeza de lista de su formación en las elecciones del 28 de mayo, en las que se prevé un apretado pulso con el PP de Marcos Serra. Diplomado en magisterio de Educación Física, este exatleta tiene muy claro que una de las prioridades de los socialistas de su municipio es «acabar con el turismo de excesos»,así como eliminar las barreras arquitectónicas o trabajar para aumentar la oferta de vivienda pública, tal y como explica en esta entrevista.
Si solo pudiera cumplir una promesa de su programa, ¿cuál sería?
Acabar con el turismo de excesos
¿Cuáles son las tres necesidades más urgentes de su municipio?
Nuevo PGOU.
Vivienda pública.
Eliminación de barreras arquitectónicas.
¿Cuáles son sus objetivos como candidato?
Gobernar.
¿Qué le motiva a presentarse?
Hacer las cosas de diferente manera, desde el interés general y haciendo aquello que la gente necesita que le solucionemos.
¿Hay que tener una coraza natural para meterse en política en un ambiente tan crispado como el actual?
Hay que estar. Hay personas que necesitan que peleemos por sus derechos. Te sale de dentro.
¿Cree que un político al cargo de una institución debe tener unas habilidades o capacidades concretas y cuáles son?
Ser buena persona, voluntad de mejorar la vida de la gente y capacidad de diálogo y consenso.
¿Cómo vive su entorno más cercano (amigos, pareja, familia…) la campaña electoral?
Durante estas semanas casi no les veo, lo entienden. Algunos no querían que estuviera en este papel actual, pero saben que lo hago: porque me nace dentro.
De entre sus rivales políticos ¿con cuál se iría con gusto de cañas?
De cañas, con ninguno.
¿Cuáles son sus aficiones o hobbies?
Leer, cine, playa y ver la puesta de Sol.
Convénzame en dos líneas: ¿Por qué tengo que votarle?
La derecha ha gobernado Sant Antoni casi 40 años. Los progresistas gobernamos cuatro años y demostramos saber gestionar mejor y desde el interés general. Se necesita voluntad, valentía y dejar de hacer política para cuatro. Yo creo en un Sant Antoni diferente y sé que es posible.