Ni corto ni perezoso, el conductor del BMW que aparece en la imagen ha decidido aparcarlo sobre la acera de la calle Sant Vicent, muy cerca del edificio del Ayuntamiento de Santa Eulària, cortando por completo el paso a los peatones. Después, ha activado el cierre automático y se ha marchado, como si nada. La falta falta de aparcamiento no necesariamente tiene que ir unida a la falta de civismo, aunque, como se aprecia en la imagen, las normas de circulación y convivencia a algunos les importan entre poco y nada. A falta de multa, tarjeta roja para el conductor.