@Noudiari / El Parque de Bomberos de Eivissa ha tenido que actuar este viernes por la tarde en la extinción del incendio de un vehículo, cuyo motor quedó completamente calcinado, y en otras dos alarmas por fuego, que se saldaron sin consecuencias.
En el primer caso, lo bomberos recibieron el aviso a las 14.47 horas. Un turismo, un Renault Megane que estaba aparcado en el cobertizo de una finca de Santa Eulària, empezó a arder por causas desconocidas. El incendio afectó al motor del vehículo, pero no se propagó al habitáculo ni al terreno colindante.
Poco después, a las 17.36, se produjo un incendio de otro vehículo, en este caso en un párking al aire libre del edificio Isla Blanca, también en Santa Eulària. En esta ocasión se trató de la furgoneta de una empresa de pintura, que llevaba varios botes de disolvente, que al mezclarse con otros productos provocaron una reacción química y empezó a salir humo. Pero, por el hecho de estar cerrado y de no entrar el aire, el fuego apenas provocó daños a la furgoneta.
Además, a las 18.20 horas, en el kilómetro 3,500 de la carretera de Sant Joan, los vecinos dieron la alarma por un posible incendio, con llamas que llegaban hasta los seis metros de altura. Sin embargo, se trataba de un hombre que estaba quemando palets y todo quedó en una falsa alarma.
Por otra parte, los bomberos también se desplazaron hasta Sant Antoni, en la calle del Mar, debido al peligro que suponía un árbol de entre tres y medio y cuatro metros, que se encontraban demasiado inclinado y a punto de caerse, sin duda debido al fuerte temporal del otro día. Tras sanear el árbol, lo dejaron en el suelo, puesto que los jardineros aseguraron que se podía plantar de nuevo.