EFE / La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, ha asegurado este lunes que «no hay colapso sanitario» en la red pública, que podría ampliarse para afrontar el incremento de casos de COVID-19 con camas de hospitales privados y, si fuera necesario, hoteles medicalizados para ingresar enfermos.
«Nos preparamos para hacer frente a un escenario con más personas contagiadas y enfermas», ha subrayado Armengol en su comparecencia extraordinaria ante la Diputación Permanente del Parlament, en la que ha sostenido: «La crisis pasará, seguro, pero la fortaleza que estamos demostrando quedará siempre».
Ha detallado que la sanidad balear dispone de 3.565 camas, 2.698 de ellas en hospitales públicos, y que están disponibles para enfermos de coronavirus, si son necesarias, habitaciones de las clínicas privadas Miramar, Palmaplanas, Son Verí y Verge de la Salut, en Mallorca, y podrían habilitarse espacios en el pabellón J de Can Misses, que se encuentra en construcción.
«Tenemos que estar preparados para todos los escenarios», ha incidido Armengol, que ha dado cuenta de las medidas adoptadas ante la «terrible crisis sanitaria», tanto en el ámbito de la prevención y el tratamiento médico como respecto a la protección social y la atenuación de las consecuencias económicas.
Respecto al sistema sanitario, que se ha reforzado para enfrentar la pandemia, ha asegurado que las plazas en unidades de cuidados intensivos (UCI) podrían duplicarse en algunos hospitales, y ha destacado que hasta hoy se han realizado 2.000 pruebas de coronavirus, lo que sitúa a Baleares como la quinta comunidad con más test realizados en términos relativos.
También se ha reforzado la atención telefónica, que ha llegado a gestionar 19.000 llamadas en un día, y los hospitales y centros de salud públicos cuentan con 16.000 trabajadores, 12.000 de ellos sanitarios, ha indicado.
La reprogramación de consultas, pruebas e intervenciones aplazables ha liberado recursos para el COVID-19 y las urgencias hospitalarias se han reducido en un 40 %, ha agregado la presidenta, que ha ensalzado en varias ocasiones el trabajo del personal de la sanidad.
Armengol, que ha iniciado su discurso dando el pésame a los allegados de los 10 fallecidos con coronavirus, ha explicado también las medidas adoptadas para reforzar la protección de ancianos y discapacitados y las iniciativas para ampliar la asistencia social como la ampliación en 3.000 de los terminales de conexión directa para dependientes que viven solos y la sustitución de las becas de comedor escolar con una tarjeta con 5 euros al día para sus 6.120 beneficiarios.
La presidenta del Govern ha subrayado que ha adoptado medidas tan restrictivas como otras regiones con mayor impacto de la pandemia y ha intentado convertir en una ventaja la condición insular de la Comunidad reclamando en los días anteriores a la declaración del estado de alarma el cierre casi total de puertos y aeropuertos, que se aplica desde el 17 de marzo.
Impacto económico
En cuanto al impacto económico, ha admitido que «es difícil aventurar el final del parón de la actividad» y ha incidido en que las medidas adoptadas y la que ha venido reclamando al Gobierno central tienen la premisa de «proteger a los trabajadores» y el tejido empresarial de Baleares.
Además de reseñar las actuaciones generales del ejecutivo estatal e iniciativas propias como los 50 millones de créditos a bajo interés de Isba para empresas de menos de 250 trabajadores, Armengol ha anunciado que se negocia con la banca una convocatoria de créditos con intereses subvencionados por las arcas autonómicas para grandes empresas.
También ha anunciado que el Gobierno garantizará la prestación por desempleo a los fijos discontinuos que aún no habían iniciado su temporada laboral.
Armengol ha comparecido ante la Diputación Permanente en una sesión excepcional celebrada en un salón de plenos del Parlament casi vacío.