EFE / La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha asegurado este jueves, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Baleares haya denegado la exigencia de certificado covid para acceder a grandes eventos deportivos y culturales: «Hemos de acatar pero no lo compartimos».
Hay que recordar que el Govern planteaba esta medida como una forma de poder ampliar los aforos de grandes eventos a 5.000 personas en caso de exteriores y a mil en caso de interiores. Ahora están en 2.500 y 500 personas, respectivamente.
Armengol ha anunciado que este viernes habrá un nuevo Consell de Govern para aprobar medidas que «serán de recomendación y no de obligación porque el Tribunal Superior marca que no se puede obligar».
«Nuestra idea es que sería bueno poder seguir aplicando estas medidas de protección», ha asegurado Armengol, que ha dicho que afectaban a actividades «que son de un mayor riesgo» y buscaban que por ese motivo tuvieran «un mayor control».
Ha recordado, además, que el ocio nocturno sigue cerrado en Baleares y ha añadido que considera que para reabrirlo con garantías «serían necesarias estas pautas».
La presidenta balear se ha referido a la decisión del Tribunal Supremo de que para determinadas restricciones es necesaria una ley orgánica que lo ampare: «Hemos pedido por activa y por pasiva al Gobierno que creemos necesarias estas medidas para poder abrir las actividades de riesgo de forma segura a la población».
Según Armengol, son medidas que piden los consejos asesores de salud de Baleares y compartidas por los agentes sociales y económicos.
La exigencia de doble vacunación o de una prueba negativa para acceder a grandes eventos deportivos y culturales estaba en vigor en Baleares desde el 14 de agosto y «hace meses» que en bodas y ceremonias «se pide la doble vacunación o una prueba negativa», ha recordado Armengol.
Ha puesto el ejemplo de Francia, donde se aplica dicha exigencia para acceder a muchos tipos de establecimientos, que considera que «da garantía de seguridad» y además «ayuda a que la gente se vacune».
La presidenta celebra que sí se pueda mantener el requisito de tres pruebas negativas semanales de covid-19 a los trabajadores de las residencias de ancianos y de discapacitados que no estén vacunados.