Especial Ingenion / La formadora, mentora y coach Carolina Roselló trabajó durante muchos años como directora de hotel hasta que, en 2022, decidió dar un golpe de timón a su vida laboral para dedicarse a lo que más le apasiona: catalizar el talento único y singular de cada persona. Todo su trabajo y experiencia lo volcará en el taller La frustración y el síndrome del impostor que es una de las propuestas del Foro de Emprendedores Ingenion que organiza el Ayuntamiento de Santa Eulària. Será este jueves 2 noviembre de 17 a 18:30 horas en Centro Cultural de Jesús con inscripciones gratuitas, aunque plazas limitadas.
¿Qué significa trabajar como catalizadora de talento único y singular?
He descubierto que hay personas con un talento único, pero que llevan toda su vida con una etiqueta que los minusvalora o ningunea. Eso despierta mi rebeldía porque yo quiero apostar por descubrir y potenciar todo ese talento.
Aborda en este taller el famoso ‘Síndrome del impostor’. Pero ¿qué es exactamente? ¿Es lo mismo que tener baja autoestima?
Es dudar de tus capacidades para poder conseguir algo. Te cuestionas si tienes los conocimientos y capacidades para hacer lo que tú quieres hacer.
¿Cómo lo podemos contrarrestar?
Recapitulando y poniendo en valor todo lo que hemos hecho hasta ahora. A menudo miramos atrás y solo nos quedamos con lo negativo que ha pasado en nuestra trayectoria profesional. Lo que hay que hacer es mirar atrás y recopilar todo lo que hemos hecho y valorarlo. Cuando haces coaching con muchas personas ves que muchas de ellas no ven sus verdaderas capacidades o el potencial que tienen. Y si, además, les han puesto una etiqueta, ya no se permiten quitársela de encima. Piensan que ya no pueden hacer nada más.
¿Es cierto que sufren más este síndrome las personas más talentosas?
Lo puede vivir cualquiera, pero es verdad que las personas que tienen un mayor grado de exposición o responsabilidad tienen más presente esa autocrítica porque quieren dar lo mejor de ellos siempre. No quieren decepcionar y la presión y autoexigencia es tan alta que se cuestionan cualquier decisión que toman.
¿Afecta más a las mujeres que a los hombres?
No tengo un estudio para dar una respuesta a eso pero mi sensación, por mi experiencia, es que sí. Las mujeres se han incorporado muy recientemente a puestos de responsabilidad de manera normalizada. La prueba está en que, hasta hace relativamente poco, había muy pocas directoras de hotel y ahora son muchas. Por eso puede aparecer más el síndrome del impostor: porque no valoramos todo lo que hacemos o hemos sido capaces de hacer. Te han hecho creer que no estabas bien preparada o no te han dejado ver el enorme valor de sacar adelante una familia. Pero creo que, en general, se está equilibrando todo y eso es muy positivo. En determinados gremios, como la Enfermería, ya tenemos muchos enfermeros y ya no es raro encontrar un matrón, del mismo modo que hay ya camareros de piso, gobernantes… o que cada vez más ves a una chef o una subchef en un hotel o trabajando en mantenimiento.
¿Es importante gestionar la frustración y el síndrome del impostor dentro de una empresa?
Cuando tienes a un equipo bajo tu responsabilidad es muy importante la comunicación y generar ese ambiente de confianza. Ir conociendo a tu equipo es vital para saber cómo es cada uno. Si alguien siente que no está preparado para la tarea que se le ha encomendado hay que hacerle ver que, si se le ha dado ese trabajo, es porque se confía en esa persona y que puede lograrlo. Y cuando tú crees en las personas ellas creen en sí mismas. Todos necesitamos que crean en nosotros, que vean nuestras verdaderas posibilidades, porque eso nos hace querer demostrar que merecemos esa confianza. Te hace superarte al no dudar de tus capacidades.
Incide mucho en la comunicación. ¿Falla mucho la comunicación interna en las empresas?
Sí, se dan muchas cosas por supuestas. ¡Nunca deis nada por supuesto! Si algo no te queda claro no hay que tener miedo a preguntar. Del mismo modo, como directivo, hay que asegurarse de que la persona que tienes delante ha entendido lo que necesitas. Evitar la frustración es una cosa de dos: del que da la instrucción y del que la recibe.
Parece que plantea una idea de empresa muy poco jerárquica…
La jerarquía que debe haber en una empresa es la de la responsabilidad: Cada uno dentro de ese equipo tiene una función y cada función es importante. Cuando era directora de hotel y venían visitas escolares, preguntaba a los niños y niñas quién pensaban que era la persona más importante del hotel y me decían que yo, la directora. Pero no es así. Importante es una camarera de piso que deja la habitación perfecta o el cocinero que está haciendo un desayuno estupendo. Sin ellos nada tendría sentido. Las nuevas generaciones están acostumbradas a una forma de trabajar más colaborativa, donde hay esos grados de responsabilidad pero de tú a tú, mano a mano. El futuro viene por ese camino porque fomenta un buen ambiente de trabajo.
¿Cuáles son las características de una persona que sabe manejar a un equipo, de un buen jefe?
Es vital la escucha activa, que significa escuchar de verdad. Estar presente en el momento, dedicarle un tiempo a esa persona y olvidarnos de nuestro ego, porque el protagonista es quien tenemos enfrente. Otra de las características es que tiene que saber comunicar. Una comunicación asertiva, desde el respeto. Otra es la inteligencia emocional: saber controlar o gestionar tus propias emociones. Para eso hace falta conocerse y tener autocontrol. Es importante también cómo nos relacionamos con los demás, la manera de conectar a través del lenguaje corporal… Y, como líder hay que tener una visión no solo a corto plazo sino crear equipo marcando un rumbo de futuro.
¿Cree que las empresas de Ibiza hacen sus deberes en los aspectos que señala?
Por lo que he ido viendo, hay empresas que tienen claro que las personas son su principal activo y que es importante poner el foco en ellas. Se está tomando conciencia de que es una inversión para que la empresa vaya hacia adelante.
He hecho muchas formaciones de dirección de equipos y viene gente que tiene ya responsabilidades pero también hay personas que todavía están empezando. Quieren trabajar bien todos los aspectos mientras crecen. Muchos jóvenes quieren continuar con empresas ibicencas que empezaron sus padres pero apostando por la transformación y la modernización.
Hemos hablado del síndrome del impostor pero no tanto de la frustración, que es otro de los temas de su taller. ¿Cómo manejarla dentro de la empresa?
Cuando te haces una idea de lo que va a pasar con tu empresa y algo no sale como tú esperas… ahí aparece la frustración. Hay personas que saben valorar esto como una enseñanza pero, a veces, aparecer la ira y el cabreo. La ira hay que dejar que baje y entenderla. Vamos tan acelerados que no nos paramos a analizar y a entender lo que sentimos, Mi consejo es: para un poco y piensa qué ha pasado, cómo te has sentido. Y eso se aplica en la vida en general y en la empresa. Si quiero llegar a un objetivo tengo que seguir intentándolo. Einstein decía: «Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo». Así que busca qué debes cambiar. El objetivo es tu faro y, cuando creas que no puedes, recuerda todo lo que hiciste antes y te ha llevado hasta aquí.
La búsqueda de la perfección puede ser muy frustrante ¿es necesario saber trabajar sin esa presión?
La obsesión por la perfección genera mucha frustración también en las empresas. Muchas veces tenemos la idea preconcebida de que tenemos que hacer las cosas de manera perfecta. Recuerdo un mentor que tuve que me decía una frase que me molestaba, hasta que la entendí: lo perfecto es enemigo de lo bueno. Y es que, cuando te focalizas en hacer algo perfecto, estás dedicando una energía que no es del todo necesaria. A lo mejor puedes hacer eso más que bien poniéndole el 100% pero tú quieres ir más allá y le pones el 500 por cien. Eso puede que te impida hacer otras cosas. Hay que ver qué listón me estoy poniendo yo. Hay que poner el foco en el objetivo y marcarse límites de tiempo para no entrar en una espiral. No acabarías nunca.
¿Es importante el sentido del humor en la empresa?
El humor es muy importante. En la empresa en la que yo trabajaba había un formador de mandos medios y directivos que hacía una lista de las competencias de un buen líder o jefe. Eran 12 puntos pero, al final, añadió uno fundamental para él, el 13, el sentido del humor. El humor puede ayudarte a distender una situación tensa, puede generar un clima de energía o vitalidad en un equipo cansado o decaído… el humor y la sonrisa son gratis y tienen un impacto poderosísimo. Un buenos días o un buenas tardes con una sonrisa nos cambia el día. A veces por la calle lo hago, saludo a desconocidos, y me encanta porque te responden sobre todo las personas mayores. Haces un contacto y tiene un impacto positivo. Con humor o con una canción puedes cambiar por completo la atmósfera laboral.
¿En general, qué puede hacer una empresa para mejorar el clima laboral?
Lo primero es hacer autocrítica en un sentido positivo. Hacer encuestas de clima laboral sobre qué funciona y qué puede mejorar. Si la gente está contenta y se siente bien pagada la empresa irá bien. Hay que abrir canales de comunicación. Lo ideal, y cada vez más empresas de Ibiza lo entienden, es que tienen que escuchar a los trabajadores para retener talento y crecer.
Si…todo esto está muy bien. Pero lo más importante es tener trabajadores responsables y cualificados. Un buen salario debe ir acorde con la valía profesional. No pagar por qué si.
Y por otro lado, en general en las empresas de Eivissa están muy desfasadas y retrasadas en este sentido. Aquí solo vale llenar bolsillos en 5 meses y para eso no se buscan trabajadores cualificados, con opinión, críticos, etc. No es necesario dado el tejido económico y productivo existente, somos muy pobres en este sentido, el turismo lo ha devorado todo y no hay prácticamente empresas que trabajen todo el año. Solo turismo, hostelería y poco más. Triste.