Los trabajos para la retirada del antiguo emisario submarino de la EDAR de Ibiza ya han comenzado, «un proyecto clave para mejorar la sostenibilidad y la biodiversidad marina en la bahía de Talamanca», destaca el Govern en un comunicado.
Incluye la eliminación de 1.375,5 metros de tubería de fibrocemento, un material obsoleto y en desuso, que se encuentra asentado en el fondo marino a profundidades de hasta 40 metros. Esta tubería ha provocado numerosos problemas durante los últimos años, como vertidos fecales a la bahía.
La retirada se está llevando a cabo «de forma controlada mediante desmontaje en tramos de 6 metros, reflote con globos flotadores y transporte a zonas de acopio designadas por la autoridad portuaria, donde los residuos se gestionan de manera diferenciada y responsable», remarcan desde el ejecutivo balear. La operación también incluye la retirada de elementos accesorios como 800 sacos de cemento usados como anclajes y 225 lastres de hormigón armado.
El plazo de ejecución previsto es de cinco meses y se organiza de manera que se prioriza la protección ambiental, especialmente la conservación de las praderas de posidonia oceanica. Para garantizar la seguridad, el fibrocemento se maneja bajo estrictos protocolos y con empresas especializadas.
El conseller del Mar y del Ciclo del Agua, Juan Manuel Lafuente; el director general de Recursos Hídricos, Joan Calafat; el gerente de Abaqua, Emeterio Moles, y Jordi Grivé, el cuarto teniente de alcalde y concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ibiza, visitaron esta semana las obras para evaluar de primera mano el progreso de los trabajos en marcha.
Actualmente, los esfuerzos se concentran en los trabajos submarinos, donde se lleva a cabo el desmontaje y agrupamiento de los materiales, separando el fibrocemento de los residuos inertes. Los trabajos avanzan a buen ritmo, con las incidencias lógicas derivadas del estado de la mar, que por el momento no han afectado de forma importante y se prevé su finalización antes de la temporada turística de 2025.
«Este proyecto refleja el compromiso del Govern de les Illes Balears y del Ayuntamiento de Ibiza con la sostenibilidad y la conservación de los recursos marinos, integrando prácticas responsables en todas las etapas de ejecución y con el objetivo de la mejora de la biodiversidad de la bahía», asegura el Govern en una nota.