Ana Bella Castaño lo tiene claro: correr debe ser sinónimo de bienestar, no una amenaza para el cuerpo. Desde su doble experiencia como coordinadora de Fisioterapia de Atención Primaria del Área de Salud de Ibiza y Formentera y corredora habitual, comparte una serie de recomendaciones para quienes se plantean participar en una media maratón o en cualquier otra prueba deportiva que requiera de una preparación previa.
1. Comenzar por una revisión médica completa.
Antes de iniciar cualquier entrenamiento serio, es fundamental someterse a un chequeo médico que incluya una exploración general, un electrocardiograma y, preferiblemente, una prueba de esfuerzo. “Hay muchas condiciones de riesgo que no se detectan a simple vista y que pueden salir a la luz en una situación de exigencia física elevada”, advierte.
2. Controlar el sobrepeso.
El exceso de peso corporal incrementa el impacto sobre las articulaciones, especialmente en pruebas de larga distancia. “Si se quiere evitar lesiones, el punto de partida debe ser alcanzar un peso razonable y sostenible”, insiste.
3. Fortalecer la musculatura.
No basta con salir a correr. Castaño subraya la importancia del trabajo de fuerza para proteger el sistema musculoesquelético: “Una musculatura fuerte es la mejor aliada para evitar sobrecargas, contracturas y lesiones articulares”.
4. Respetar los tiempos del cuerpo.
“Una media maratón no se corre de un día para otro”, señala. La progresión debe ser gradual: comenzar caminando, pasar a carreras de 5 km, luego 10 km, y solo después plantearse los 21 kilómetros. “Como mínimo, se necesita un año de preparación constante para afrontar el reto con garantías”.
5. Contar con profesionales que guíen el proceso.
Tener un entrenador cualificado y un fisioterapeuta de referencia permite avanzar de forma segura, corrigiendo errores posturales, planificando cargas y previniendo lesiones. “Incluso los deportistas experimentados sufrimos molestias. Con más razón, quienes se inician deben hacerlo con supervisión”, explica.
6. Cuidar el descanso y la alimentación.
Lo que ocurre en los días previos a la carrera puede condicionar radicalmente el rendimiento. Dormir mal, consumir alcohol o abusar de la fiesta, algo habitual en pruebas en destinos turísticos como Ibiza, son prácticas incompatibles con el esfuerzo físico que exige una media maratón. “Hay que llegar descansado, bien hidratado y nutrido”, dice con firmeza.
7. Correr por placer, no por ambición.
Para Castaño, esta es la clave de todo: “No vas a ir a las Olimpiadas”, recuerda con ironía. “Correr debe ser un placer, no un castigo. Se trata de disfrutar del cuerpo y del entorno, no de llevarlo al límite sin sentido”.