@Noudiari / Está claro que no hay una norma de etiqueta para entrar en un Burger King, pero hay veces que los clientes se toman muchas libertades. Es el caso, por ejemplo, del hombre que aparece en la fotografía, que espera tranquilamente su pedido vestido únicamente con un tanga, unas mangas amarillas y botas negras altas.
El hombre, que seguramente será un bailarín o estará participando en un pasacalles de alguno de los muchos clubes o discotecas de la isla en el puerto de Ibiza, debió sentir hambre y no tuvo problema alguno en pasarse en ‘ropa de trabajo’ por el Burger King, aunque lógicamente no pasó inadvertido.
La fotografía no es muy actual, pero muchas publicaciones gais han reproducido la imagen para recordar que Ibiza es un destino ‘gay-friendly’, más aún si en una hamburguesería te encuentras a un señor vestido de esta manera. El público femenino también ha reaccionado favorablemente y no extrañaría nada que de aquí a poco se haga un concurso para elegir al mejor trasero masculino del año.