EFE / El titular del juzgado penal 3 de Palma ha condenado a 1 año y 8 meses de cárcel a un hombre que en junio de 2009 hizo una maniobra brusca con el turismo que conducía, invadió el carril contrario y chocó contra un motorista de la guardia civil que murió a consecuencia de la colisión.
El juez considera a G.V.P. culpable de un delito de homicidio por imprudencia grave pero le aplica la atenuante simple de dilaciones indebidas.
La fiscalía solicitó para el procesado, que fue juzgado el 29 de octubre, una condena de 2 años y medio de cárcel por el delito que finalmente se ha considerado probado, mientras que la acusación particular reclamaba 15 años de reclusión por homicidio doloso y conducción temeraria.
El hombre, de nacionalidad cubana, se marchó a vivir a Estados Unidos antes de ser imputado, fue detenido en aquel país, extraditado a España y había permanecido en prisión preventiva casi diez meses antes del juicio.
La sentencia considera probado que a primera hora de la mañana, circulando en un tramo de un carril por sentido de la carretera de Alcudia a Palma en dirección a la capital, el procesado «realizó una maniobra brusca y repentina de adelantamiento» y ocupó casi por completo el carril contrario, por donde circulaba en motocicleta un agente de la guardia civil que murió tras el choque.
«Pido perdón, de corazón, lo siento»
En la vista no se probó que el conductor del turismo rebasara los 100 kilómetros por hora de velocidad máxima del tramo, ni que hubiera consumido drogas, alcohol ni los medicamentos que le habían prescrito para la depresión que padecía.
«Solo se ha constatado una infracción puntual de las normas de tráfico, aunque con consecuencias brutales», reza la sentencia en la que el juez constata que «resulta inexplicable el tiempo que ha tardado este proceso en llegar a juicio».
«Esta tardanza -añade el juez- solo genera una compensación al acusado (reducción de pena) y no, en cambio, en los familiares de la víctima, cuyo perjuicio, por el inexplicable retraso, es, como mínimo, igual que el del acusado por no haber hallado una respuesta rápida y oportuna por parte de los órganos judiciales».
En el turno de última palabra del juicio, el acusado pidió perdón a la familia del fallecido. «No tengo palabras para pedir perdón a las personas aquí presentes. Son cosas que pasan, que a veces uno no tiene el control», aseguró.
«No voy a aliviar el dolor de los perjudicados pero pido perdón, de corazón, lo siento», subrayó.
un asesino se va a su casa después de pasar diez meses en un hotel a cargo del estado. Porque las cárceles españolas a comparación de las de otros países son verdaderos hoteles.
QUE BARATA ES LA VIDA