El Consejo Rector de las Cooperatives Agro-alimentàries Illes Balears, representado por su presidenta, Jerónima Bonafé Ramis, se ha reunido hoy con la presidenta del Consell de Formentera, Ana Juan Torres y con el conseller de Infraestructuras, Sector Primario e interior de Formentera, Josep Marí Mayans. También ha acudido el presidente de la Cooperativa del Camp de Formentera, Marcos Ribas, entre otros representantes del sector.
En el transcurso de la reunión Bonafé ha destacado la trayectoria de la cooperativa del Camp de Formentera, entidad que se fundó en los años 50, y que después de un periodo de inactividad, se reactivó en 2012 gracias a la implicación de unos 50 socios, la intervención del Consell de Formentera y el trabajo de asesoramiento y participación de las Cooperativas Agro-alimentarias Islas Baleares.
Han recordado que en 2015 nació el Censo de Tierras de Cultivo, un proyecto pionero que ha tenido el apoyo del Consell de Formentera para potenciar y dinamizar el sector agrícola de Formentera.
«El objetivo era recuperar tierras agrícolas abandonadas o que habían dejado de cultivarse y que fueron cedidas a la cooperativa para su recuperación. Gracias a financiación de las administraciones pudo hacer frente a la compra de tractores y maquinaria agrícola para su trabajo. Este proyecto recibió el premio del Govern balear en 2016 a la mejor actividad sostenible», destacan en un comunicado.
En la actualidad, la cooperativa cuenta con más de 426 socios y gestiona una superficie de más de 280 hectáreas.
Este año la Cooperativa ha sembrado 140 hectáreas de las tierras cedidas; 20 con trigo xeixa para uso panadero y el resto con avena, trigo, cebada y forraje utilizado como alimento para el ganado. El trigo xeixa se «exporta» a Ibiza: ocho toneladas para distribuir entre los hornos de la isla vecina.
La labor de la Cooperativa del Camp de Formentera ha sido, destacan, «revitalizar el sector agrícola de Formentera, una isla eminentemente turística».
Destacan la plantación de una hectárea de plantas aromáticas, un proyecto de replantación de árboles frutales, más de 2.500 olivos y otros 1.500 frutales entre higueras, almendros y otros árboles.
La cooperativa ha instalado, además, un molino harinero y tiene en proyecto la instalación de una almazara, la instalación de una quesería y un obrador para elaborar productos envasados.
«Desde la cooperativa del Camp de Formentera buscan la sostenibilidad ambiental, pero para mantener esta actividad agraria hay que ser competitivo, y esto implica cubrir los costes de producción. Ser competitivo no es siempre ser lo más barato, especialmente cuando hay que invertir en el cambio de modelo más sostenible que nos proponen desde Europa y que la sociedad de Formentera demanda», reflexionan desde la Unió. En este momento las cooperativas «son el único instrumento que fomenta la integración de los productores, su organización dentro de en la cadena, así como las inversiones de mejora de la competitividad y de adaptación al nuevo modelo productivo», destacan.
Un estudio realizado por el MAPA refleja que durante el último año los costes de producción se han incrementado un 33%, un porcentaje que se disparó hasta el 145,28% en el caso de la compra de fertilizantes nitrogenados y 200% de carburantes, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias han propuesto en Formentera que se permita a los titulares de las explotaciones agrarias participar en la modificación del PTI, de modo que permita instalar depósitos de riego, corrales, invernaderos etc…
También solicitan que, al menos las explotaciones agrarias prioritarias, dispongan de autorización para realizar pozos y obtener agua para riego para sus explotaciones.
Solicitan también que se agilicen los trámites que tengan que ver con infraestructuras y actividades agrarias. «Tendrían que tener una contestación rápida tanto por la vía agraria como por urbanismo, por lo tanto, se propone a la administración solicitudes a través de declaraciones responsables en instalaciones agrícolas», exponen.
«Solicitamos implicación por parte de la administración en proyectos para poder unir el sector primario y sector terciario consiguiendo así una economía circular real y una promoción real y efectiva del producto local de Formentera y ayudas por parte de la administración para paliar las subidas tanto de luz como de combustible y línea de ayudas consolidada y continua para mejorar el paisaje y para restaurar elementos patrimoniales», añaden.
También solicitan ayudas para la cooperativa del Camp de Formentera para que pueda digitalizarse, modernizar la cooperativa y tener una inversión para instalar energía renovable.
«Si el objetivo a largo plazo de las administraciones es apostar por la circularidad y los productos locales de KM0 tienen que dar facilidades y buscar soluciones administrativas porque esto sea posible», insisten.
Recuerdan que la Ley turística incluye la obligación de los establecimientos turísticos de ofrecer, como mínimo, un 3% de productos frescos de origen balear.
«Toca hacer un esfuerzo para mantener la superficie útil en manos del sector agroalimentario. El mejor instrumento que tenemos en esta isla es la Cooperativa del Camp de Formentera y las personas que la integran que generan un valor añadido. Es vital mantener la producción agraria, no solo por la supervivencia del sector, sino del paisaje, de nuestra cultura, patrimonio, medio ambiente», insisten.
«Sin estas medidas la sostenibilidad económica del sector agrario se encuentra verdaderamente muy comprometida, y, sin sostenibilidad económica no existe la sostenibilidad medioambiental», concluyen.