Numerosas empresas relacionadas con el sector náutico de Ibiza y Formentera, desde pequeños armadores hasta gestorías pasando por diferentes negocios de alquiler de embarcaciones y sus empleados, entre otros, así como la Asociación Náutica de la Pimeef, han puesto de manifiesto su malestar con el funcionamiento de la Capitanía Marítima de Ibiza, que algunos tildan de «pésimo».
Afirman que este hecho les ha ocasionado numerosas pérdidas económicas en los últimos años, que, además, han sido especialmente delicados y difíciles, y denuncian que tramites aparentemente sencillos y que deberían resolverse en un breve espacio de tiempo, acaban eternizándose si se quieren o se deben llevar a cabo forzosamente en la isla.
En algunos casos, aseguran, «el descontrol» de este órgano les ha impedido empezar a trabajar con normalidad desde principios de temporada, una circunstancia que les ha acarreado un importante déficit en la cuenta anual de resultados. Así, explican que un mero cambio de titularidad de una embarcación, por poner un ejemplo, tarda en hacerse efectivo un mínimo de tres meses si se formaliza en Ibiza, aunque puede llegar a dilatarse por espacio de más de un año, sostienen.
Unas condiciones que, bajo su punto de vista, «son inadmisibles» e «incompatibles con la supervivencia» de sus negocios, «porque todo funciona igual de lento y de mal en la Capitanía de Ibiza, donde un día te dicen una cosa y al siguiente, todo lo contrario», indican los afectados, que prefieren mantener el anonimato por miedo a posibles represalias, destacan.
Por esta razón, de un tiempo a esta parte muchas empresas y particulares, según explican sus responsables, han optado por tramitar fuera de la isla este y todos los procesos que pueden expedirse en otras capitanías marítimas, a pesar de que se trata de sociedades y personas radicadas en Ibiza. «Lo que aquí resulta un problema y un quebradero de cabeza que parece que nunca acaba, que no tiene fin, queda resuelto en dos o tres semanas, como mucho, en otros sitios», exponen los afectados.
Empresas de chárter, con despacho de lista sexta, no tiene la misma suerte, puesto que están obligadas a realizar todos los trámites en la capitanía local en donde operan, en este caso la de Ibiza, lo que, en algunos casos, les ha impedido dar servicio en plena temporada a pesar de haber entregado toda la documentación necesaria en tiempo y forma. O les empujan, en determinados supuestos, a tener que hacerlo sin todos los papeles en regla «debido a esta larga demora», aun exponiéndose a multas: «O lo hacemos así o cerramos puertas directamente», se excusan.
Un problema agravado
Esta problemática se ha visto agravada en los últimos años, lamentan los denunciantes, ya que el sector náutico, como otros tantos, ha sufrido las severas consecuencias de la crisis económica generada por la pandemia del covid así como de las restricciones impuestas tanto por parte del Gobierno central como de los autonómicos. Y ante este panorama y la falta de «eficacia y eficiencia» de la Capitanía Marítima de Ibiza, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, han decidido alzar la voz y reclamar un servicio acorde a la oferta que proporcionan y las necesidades existentes.
La Asociación Náutica de Ibiza y Formentera es consciente de todas estas reclamaciones, que han sido reiteradamente notificadas por parte de sus asociados, y su presidente, Ramón Díaz, afirma que en muchas ocasiones «se toma la decisión de matricular las embarcaciones fuera de la isla» debido, en parte, a los problemas derivados del funcionamiento de la administración marítima en la isla.
750 millones de euros
«Somos totalmente conscientes de estos problemas y de los retrasos, y desde hace tres, cuatro, e incluso cinco años, las carencias que se sufren en Ibiza y Formentera en este sentido son muy importantes», subraya Díaz, que cree que el sector náutico debe tenerse «muy en cuenta, ya que factura alrededor de 750 millones de euros y genera muchos puestos de trabajo a lo largo de todo el año en Baleares, no solo durante los meses de verano», añade.
En cuanto a las soluciones, Díaz explica que todas las quejas sobre este aspecto han sido trasladadas a Marina Mercante y que, tras varias reuniones, han obtenido el compromisos de que tratarán de desatascar este cuello de botella implementando la función telemática «para agilizar muchos de estos trámites».
Incluso se valora la posibilidad de crear una subdivisión dentro de este ente, avanza, que englobe únicamente a la náutica de recreo o turística para que no vaya toda en un mismo ‘paquete’, algo que cree que es del todo «lógico porque se trata de cosas diferentes y que esto debería de haberse hecho mucho antes, puesto que se trata de conceptos distintos», remarca.
Solución urgente
«Esperamos que todos estos problemas con los que se ha ido topando el sector náutico de Ibiza y Formentera en los últimos tiempos se solucionen dentro de este mismo año, es lo que se nos ha dicho y notificado y por lo que desde la Pimeef estamos trabajando, siempre dentro de nuestras posibilidades. Lo cierto es que necesitamos una solución urgente», agrega Díaz, que cree que uno de los principales escollos de la Capitanía Marítima de Ibiza es la falta de funcionarios con la que cuenta.
«La Capitanía Marítima de Ibiza, por las características y precios que hay en la isla, no está bien dotada de personal y es algo que se puede achacar a la dificultad de acceso a la vivienda que hay en la isla. Cuesta que haya funcionarios que quieran venir a vivir aquí, pero no solo en este caso, sino también en otros gremios como el de la educación, los cuerpos de seguridad del estado… En otros lugares, con el mismo sueldo, se pueden hacer y conseguir muchas más cosas…», prosigue.
Díaz pone como ejemplo el sector del automóvil, y señala que nadie entendería que después de haber comprado un coche no pudiera utilizarlo hasta varios meses después por no haber podido matricularlo, y que, mientras tanto, además, tuviera pagar una plaza de aparcamiento donde guardar el vehículo.