La organización Salvem Sa Badia denuncia hoy un nuevo episodio de vertido de aguas fecales al mar en la bahía de Sant Antoni.
Tras el vertido hace veinte días en Punta Xinxó, «ahora ha ocurrido lo mismo en Caló des Moro, donde ayer tuvo lugar otro incidente que provocó la huida de algunos bañistas, sin que los socorristas o los servicios municipales intervinieran cerrando la playa. El suceso debería forzar una revisión de los protocolos que se aplican en estos casos», denuncian.
Los episodios de vertidos de aguas fecales «no cesan en la bahía de Portmany y, lo que es aún más grave, no provocan ni tan siquiera el cierre de las zonas de baño, a pesar de que la isla ya se encuentra inmersa en plena temporada turística», lamenta la organización.
Salvem sa Badia recibió un vídeo de un vecino, a las 15 horas de ayer, en el que puede verse cómo una riada de heces se precipita al mar, a pocos metros de la orilla de Caló des Moro, a través de tres tuberías de la red de pluviales que bajan por la calle de la Soledat y pasan por debajo del paseo marítimo que existe en esta zona de ses Variades, para acabar desembocando sobre las rocas y de ahí al agua.
En la grabación incluso puede verse cómo los sorprendidos turistas que tomaban el sol en este tramo recogen rápidamente toallas y enseres, nada más percatarse de que el agua que corre a su lado procede de las alcantarillas.
Tras tener constancia de esta denuncia, Salvem sa Badia se personó en la zona a las 16,30 horas, encontrando un camión de limpieza que aplicaba agua e hipoclorito de sodio (lejía) sobre un amplio tramo de sucio en la confluencia entre las calles de la Soledat y de Isidor Macabich. La causa del vertido, al parecer, fue un atasco en la red de alcantarillado, que provocó que las aguas fecales brotaran y salieran al exterior. Al producirse el colapso, éstas bajaron por la calle de la Soledat hacia la costa, colándose en la red de pluviales a través de una rejilla que existe al final de esta vía y desembocando en el mar. A continuación, se comprobó que la orilla aún se encontraba muy sucia y que la zona de rocas estaba repleta de toallitas, compresas y restos de heces.



A las 17 horas, asimismo, Salvem sa Badia pudo comprobar cómo los socorristas, que fueron alertados de la situación unos minutos antes, terminaban su jornada laboral «sin que ni ellos ni nadie del Ayuntamiento alertara a los bañistas que aún quedaban en la zona o precintaran la zona de baño, evitando así riesgos sanitarios», afirman en un comunicado en el que aportan vídeos y fotos.
«Cuando se produce un episodio de contaminación en el mar, el Ayuntamiento, por protocolo, realiza análisis. Esperamos que los resultados se den a conocer públicamente en los próximos días. Salvem sa Badia, en todo caso, sí tomó muestras de agua de mar en la zona afectada, que someterá a análisis para determinar los niveles de contaminación», alertan.
El suceso constituye «el enésimo episodio de vertidos de aguas fecales en la bahía y cabe insistir en la necesidad de revisar los protocolos de actuación no sólo para evitar al máximo la filtración de agua contaminada al mar por todos los medios posibles, sino también para proteger a los bañistas y evitar que enfermen a causa de las bacterias presentes en estos focos». En este caso, además, «resulta evidente que se produjo un fallo de protocolo y de intercambio de información entre quienes gestionan las incidencias en las calles y aquellos que lo hacen en la zona costera. Dicha cuestión, por tanto, debería revisarse y mejorarse», advierten.