Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos y de naturaleza NRBQ (GEDEX) de la Guardia Civil en Illes Balears han desactivado tres granadas de mortero, una de mano y dos proyectiles que fueron abandonadas en un punto verde.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado, cuando un empleado del punto verde de la localidad de Esporles contactó con la Guardia Civil al hallar en sus instalaciones una caja que contenía en su interior lo que parecían ser artefactos explosivos.
Rápidamente se trasladó al lugar de los hechos una patrulla de la Guardia Civil que, al ver lo que contenía la caja, activó a los especialistas en desactivación de Explosivos (GEDEX).
Los Especialistas comprobaron que en el interior de la caja había tres granadas de mano “Oto M35”, una granada de mano polaca, dos granadas de mortero “Brixia”, un granada de mortero “Valero” y dos proyectiles anticarro de 35”, seis de ellos con su carga explosiva.
Tras comprobar que su traslado no corría peligro, los llevaron a un lugar seguro donde procedieron a su desactivación.
Tras la investigación abierta para averiguar la procedencia de estos artefactos, localizaron a la persona que los había dejado en el lugar, la cual desconocía lo que había en el interior de las cajas.
Esta persona había sido contratada por el propietario de unas cocheras, ubicadas en una zona rústica de la localidad de Campanet, que las había heredado de su abuelo.
Al ir a vender la finca, el hombre decidió deshacerse de todos los enseres allí almacenados desde hacía más de 50 años por el anciano fallecido.
«Desde la Guardia Civil se recuerda a toda persona que pueda encontrar cualquier tipo de proyectil o artefacto explosivo, que se abstenga de tocar, mover o manipular el mismo, avisando inmediatamente al teléfono 062, ya que, aunque aparentemente parezca inservible, puede explosionar al continuar en su interior el material explosivo», advierten en un comunicado.