@Noudiari / Un alumno de Secundaria de Ibiza de 12 años de edad relata en primera persona y en colaboración con su hermana, de ocho, su día a día confinado en casa junto a sus padres. Su idea es hacer un ‘cuaderno de bitácora’ mientras dure el “encierro”. Desvelarán sus identidades una vez concluya el Estado de Alerta decretado por el Gobierno y un día antes de que puedan volver a clase, tal y como ambos han acordado.
Día 3 de tortura. Parecía que iba a ser un día tranquilo y efectivamente, lo parecía. Mi padre había preparado para hoy una rutina a su estilo, es decir, muy especial.
Me despierta a las 7:30. Me lavo la cara y los dientes y a estudiar de 7:55 a 11:30. Definitivamente, esto de las rutinas ha sido una de las ‘mejores’ ideas de mi padre, que, por si fuera poco, hoy ha sacado el entrenador personal que lleva dentro.
Cosa que me parece rara, porque el único deporte que le había visto hacer hasta hoy eran los maratones de series que se pegaba por las noches.
Pero hoy se ha levantado igual de exigente que un entrenador de fútbol antes de la final de la Champions. Empiezo a pensar que le han abducido unos aliens. Me sabe mal por ellos.
Hemos empezado el entrenamiento en la terraza y nos dice que nos pongamos a correr mientras él ‘marca’ un circuito con unas tizas en el suelo. Yo creo que verdaderamente estaba fumándose un cigarro.
Primero hemos hecho un entrenamiento que debía ser el que él hacía en la mili. Y cuando se le acabaron las ideas nos puso a hacer malabares con piedras de las jardineras.
Para acabar el día de fitness me quería hacer saltar a la comba con las cuerdas de mi hermana, pero creo que le ha quedado bien claro que antes salto del balcón.
Con este entrenador no llegamos a ninguna parte. Menos mal que todas las competiciones deportivas están aplazadas.
Mi hermana y yo seguiremos contando mañana cómo va esto del encierro.
Tanto deporte y tan poca diversión…esto no puede ser tan sano como dicen…
Mucha paciencia chicos¡