@Noudiari / Un alumno de Secundaria de Ibiza de 12 años de edad relata en primera persona y en colaboración con su hermana, de ocho, su día a día confinado en casa junto a sus padres. Su idea es hacer un ‘cuaderno de bitácora’ mientras dure el “encierro”. Desvelarán sus identidades una vez concluya el Estado de Alarma decretado por el Gobierno y un día antes de que puedan volver a clase, tal y como ambos han acordado.
Día 30 cara a la pared.
Está lloviendo. Esto significa que durante el día de hoy queda descartado subir a la terraza. ¡Perfecto! Confinamiento por dos.
Por un momento he pensado que me dejarían pasar el día de lluvia tranquilamente apalancado en mi cuarto. Por un momento.
Resulta que la lluvia ha estropeado los dibujos que habíamos colgado en la fachada que da a la calle. Así que mi madre ha decidido que los íbamos a sustituir decorando las ventanas con pintura de cristal. ¿Pero qué es eso? ¿Por qué hay en casa?
Que levante la mano quien sepa que esa pintura existía. Mensaje para quien tenga la mano levantada: felicidades. Estás desperdiciando tu vida buscando tonterías en Amazon.
A lo que íbamos. Nos hemos pasado la mañana esclavizados y decorando un cristal con frases positivas para que se vea desde la calle.
Hemos tenido la tentación de poner un mensaje de S.O.S para que vengan a rescatarnos. Pero no lo hemos hecho porque nadie se iba a saltar la cuarentena para salvarnos.
Finalmente, sólo hemos puesto un mensaje por si pasa un repartidor de pizza por debajo de casa. Con un poco de suerte mañana cenamos una margarita.
Mi hermana y yo seguiremos contando mañana cómo va esto del encierro.
Sois muy divertidos, pero yo no sabía que esa pintura existía
Si te dejan una pizza, guárdame un trozo, jaja