NouDiari / Un alumno de Secundaria de Ibiza de 12 años de edad relata en primera persona y en colaboración con su hermana, de ocho, su día a día confinado en casa junto a sus padres. Su idea es hacer un ‘cuaderno de bitácora’ mientras dure el “encierro”. Desvelarán sus identidades una vez concluya el Estado de Alarma decretado por el Gobierno y un día antes de que puedan volver a clase, tal y como ambos han acordado.
Día 39 de celda, sin Z, desgraciadamente (los conocedores de videojuegos me entenderán).
Puede que sea el día del libro pero no es como los otros años. Lo normal hubiese sido que yo me pasara medio día en Vara de Rey. Primero de excursión con el colegio, a media tarde con mi madrina y mi tía que siempre nos compran un libro y a última hora con mis padres.
Pero este año la excursión y los paseos se limitan a andar por el pasillo de casa y a mirar los libros que tenemos en la estantería.
Yo les he dicho a mis padres que hoy sería un día completamente normal de cuarentena pero ellos tenían preparadas dos sorpresas para celebrar el día del libro.
La primera es que nos habían escrito un cuento para mi hermana y un cómic para mí con una app del ordenador. Yo les he dicho que muchas gracias pero que no hacía falta que hubieran escrito tanto.
Si querían que leyese hubiésemos podido pedir una pizza y yo me hubiese leído todo el menú de la carta del restaurante sin ningún problema.
La segunda sorpresa era que por la tarde íbamos a sustituir los aparatos electrónicos por libros. Mis padres han llevado esto a tal extremo que ahora estoy escribiendo en papel y mi padre por la noche lo pasará a digital. Pero ya les hemos avisado de que la prohibición electrónica sirve para todos.
A ver qué pasa cuando llegue la hora de tomarse el café y no puedan usar la cafetera de capsulas.
Mi hermana y yo seguiremos contando mañana cómo va esto del encierro.
Vivan los libros y las cafeteras de cápsulas, también¡¡
Ànim guerrits¡¡