Día 47 de abismo.
Ayer por la noche en casa celebramos una fiesta.
Mi hermana y mi madre habían preparado galletas caseras y té (bueno el té era de ese que se bebe frío y viene en botella) y nos montaron una «fiesta del té … te vas a la mi… confinamiento».
Mi hermana sacó los platos que sacan mis padres para hacerse los pijos cuando vienen algunos invitados. En casa tenemos unos platos y vasos que sólo sacamos cuando viene gente a la que según mi madre «no tenemos total confianza».
¿Si no les tenemos total confianza por qué les invitamos a comer a casa? La respuesta a esta pregunta siempre es la misma: «Calla y pon la mesa». Tremendo argumento.
Las galletas estaban mejores de lo que yo esperaba. Las «oreo» siempre superándose. Y en la fiesta estaba permitido decir qué cosa de la cuarentena queríamos enviar a la mi…
Galletas y palabrotas. Maravillosa combinación. Así da gusto salir de mi cuarto.
Mi hermana y yo seguiremos contando mañana cómo va esto del encierro.