(EFE).- La sección segunda de la Audiencia de Palma juzgará el próximo viernes a doce personas, nueve hombres y tres mujeres, para quienes la Fiscalía pide penas que suman 111 años de cárcel por constituir una red que traía de Madrid a Mallorca cocaína procedente de Colombia y la vendía a consumidores de la isla.
La acusación pública pide para cada uno 8 años de prisión por delito contra la salud pública, 1 año y 3 meses por pertenencia a grupo criminal y una multa de 1 millón de euros, según recoge en su escrito.
La trama de «introducción de cocaína en España para su distribución al consumidor final en la isla de Mallorca», como la define el fiscal, se desarrolló, al menos, desde noviembre de 2019 hasta la desarticulación de la banda en los primeros días de agosto del año siguiente.
En el operativo se llevaron a cabo cuatro registros en los que la Policía requisó 3,2 kilos de cocaína, además de numerosos teléfonos móviles, material para la manipulación y fraccionamiento de la droga y dinero en metálico.
El fiscal relata en su escrito de acusación que el cabecilla de la trama, con domicilio en Madrid, importaba cocaína desde Colombia y, con ayuda de su esposa, organizaba su transporte a Mallorca oculta en el equipaje de viajeros aéreos que ejercían de «mulas» para la organización.
Una vez en la isla, estos traficantes ponían la droga en manos de un hombre residente en Palma que, también con la colaboración de su mujer, la adulteraba, la fraccionaba y gestionaba su distribución a pequeña escala.
Para ello contaba con una red de «camellos» que se desplazaban haciéndose pasar por repartidores de comida a domicilio, actividad para la que estaban dados de alta.
La Fiscalía destaca el «estrecho vínculo» de los acusados con Colombia y la especialización de las funciones que cada uno tenía dentro de la banda.