La Associació Professional de Docents d’Eivissa (APDE) ha lanzado hoy un duro comunicado en el que denuncia las «muestras cada vez más evidentes y repetitivas del desprecio hacia los profesionales de la educación por parte de la Conselleria».
Una actitud de desprecio que se repite desde hace tiempo, destacan, y que lejos de cambiar «se ha convertido en el modus operandi de la Conselleria».
Como ejemplo ponen la aprobación de la Ley de Educación de Baleares, «que no ha tenido en cuenta la voz de los docentes» pero añaden además otro ejemplo más reciente: «volvemos a ver menoscabada la posibilidad de poder participar como profesionales de la educación que somos, en la redacción de los nuevos currículums para Educación Infantil y Educación Primaria que siguen a la aprobación de la nueva ley educativa estatal, la LOMLOE».
Estos currículums, que son las enseñanzas mínimas que tienen que tener los niños y niñas en cada una de las etapas educativas, se están redactando en estos momentos por un equipo de la Conselleria de Educación.
«Nuestra sorpresa ha sido que hemos comprobado que, a diferencia otros países más avanzados en materia educativa, no se ha pedido la opinión a los claustros de docentes de los centros educativos ni a sus equipos directivos», afirman.
La sorpresa ha aumentado cuando la Associació Professional de Docents d’Eivissa (APDE) ha recibido la comunicación de que pueden hacer enmiendas y alegaciones a los currículums de infantil y primaria, y que les conceden «solo cinco días para hacerlo».
Además, les consta que otras entidades educativas, como el Col·legi Professional de Docents de les Illes Balears, también tienen de plazo esos «escasos cinco días para ejecutar esta tarea clave para cualquier sistema educativo».
En el mes de septiembre «nos veremos con unos currículums nuevos, fundamentales para la transformación que la nueva normativa prevé y los docentes no hemos podido participar de manera real», denuncian.
«Cinco días es un plazo ridículo para poder reflexionar y hacer nuestras aportaciones. Estamos ante una oportunidad única para introducir cambios significativos en los contenidos, la orientación y elementos metodológicos y nos hace falta un proceso de reflexión participativo, sin prisas y sistemático en el que los claustros puedan contribuir y apropiarse de los cambios necesarios», subrayan.
Este proceso «tiene que ir acompañado de una formación de los claustros en los mismos centros», añaden.
La conselleria «tiene que saber que la cultura de centro no se cambia por decreto, sino que hace falta un tiempo de reflexión y trabajo colectivo para llegar a la mejora y transformación que se pretende. Cualquier otra manera de hacerlo está abocada al fracaso», advierten.
«Parece que no se aprende de los errores del pasado, donde los currículums de anteriores leyes se han establecido del mismo modo y han supuesto para los docentes una dificultad añadida en nuestro día a día por la descontextualización de las enseñanzas, su lejanía del aula y su excesiva prescripción. En definitiva, una muestra más del menosprecio que tiene esta Conselleria por los docentes y, lo que en definitiva más nos preocupa, otra oportunidad perdida para que los cambios normativos lleguen al aula con unas condiciones idóneas de forma que nuestros niños y jóvenes puedan ver garantizado uno de sus derechos fundamentales: el de una educación de calidad», concluyen.