Dos años de cárcel y una multa de 400 euros, esta es la pena dictada para el hombre de 41 años que este martes ha sido juzgado por un delito contra la salud pública en la Audiencia Provincial de Palma después de que, en agosto de 2015, fuese cazado en Platja d’en Bossa con 63 pastillas de MDMA entre sus pertenencias.
No obstante, tras un acuerdo entre la Fiscalía y la defensa del acusado, quien ha reconocido los hechos, la pena ha sido suspendida, por lo que el implicado podrá evitar el ingreso en prisión, tal y como han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares (TSJB). Inicialmente el Ministerio Fiscal solicitaba cuatro años de cárcel y una multa de 1.200 euros.
El hombre (de siglas M.L.G. y origen senegalés) fue detenido el 12 de agosto de 2015 en el término municipal de Sant Josep por agentes de la Guardia Civil de Ibiza. Tenía en su poder un total de 63 pastillas de MDMA, motivo por el cual estuvo privado de libertad hasta el 16 de agosto.
En el momento de la detención, esta persona, en situación irregular, tenía 58 pastillas de un peso de 24,4 gramos de MDMA y otras cinco de 1,3 gramos de la misma droga, “sustancias que el acusado se disponía a vender a terceros en los locales de ocio de Platja d’en Bossa y que, en el mercado ilícito, hubieran alcanzado un precio aproximado de 685 euros“, señalaba la Fiscalía de Baleares en el escrito de acusación.
El ahora condenado no tenía ningún tipo de antecedentes penales en el momento de la detención en Ibiza.