@Noudiari / Ya estamos casi al final del verano pero el calor sigue apretando cada día, lo normal en esta época del año es sudar, razón de más para tener una buena higiene corporal, sobretodo si se van a compartir unas horas de viaje en un espacio reducido con gente desconocida. Según ha podido comprobar el buscador de vuelos y hoteles jetcost.es dos de cada tres pasajeros españoles han tenido un compañero de viaje que olía mal. Niños que lloran, pasajeros que han bebido demasiado o van de fiesta, excesiva sudoración, ronquidos o incluso exhibiciones públicas de afecto son otras conductas que nos molestan de los pasajeros que se sientan al lado de nosotros.
1. Mal olor corporal (68%).
2. Demasiado consumo de alcohol (65%).
3. Estaban de fiesta (57%).
4. Hablaban muy alto (50%).
5. Ocupaba gran parte de mi espacio (48%).
6. Excesiva sudoración (40%).
7. Sus hijos no paraban de llorar (38%).
8. No paraban de moverse (37%)
9. Discutían todo el rato con la tripulación de cabina (35%).
10. Muestras públicas de afecto (26%).
A todos los encuestados se les preguntó si alguna vez habían tratado de cambiar sus asientos en el avión debido a las molestias que les ocasionaban sus compañeros de viaje, sorprendentemente, solo uno de cada cinco (20%) había tratado de hacerlo, y de éstos, menos de un tercio lo habían conseguido (31%). También se les preguntó si suponía una preocupación antes de volar como sería el pasajero que se sentara a su lado, un 70% contestó que sí.
Un portavoz de Jetcost ha dicho: «Cuando uno va a estar confinado durante horas en un pequeño espacio con otras personas a las que no conoce, se necesita tener consideración, respeto y educación con los que te rodean. Cuando se descuida la higiene personal, se bebe demasiado, se habla muy alto o se discute es bastante desagradable para todas las personas que se encuentran alrededor. Desde Jetcost, recomendamos que si uno se encuentra sentado al lado de una persona sin modales, lo único que se puede hacer es notificárselo a la tripulación de cabina y pedir que le cambien el asiento y que nunca merece la pena entrar en discusiones».