@Noudiari/ La Audiencia Provincial de Palma ha acogido la primera sesión del juicio contra los tres acusados del asesinato de un hombre en Eivissa en 2010, en el municipio de Sant Antoni. Durante la vista, dos de los detenidos se han desvinculado del crimen, que les atribuye un tercer encausado, y han recalcado que ni tan siquiera conocían a la víctima. En total, la Fiscalía solicita 66 años de prisión para los tres acusados (dos de ellos españoles y uno nacido en Mozambique) y una indemnización económica para los herederos del fallecido.
Los hechos ocurrieron el 1 de septiembre de 2010, cuando uno de los encausados, que está siendo juzgado como cómplice, trasladó en coche al fallecido, un ciudadano colombiano que presuntamente les debía dinero, hasta la finca Es Fornàs de Dalt, en Sant Antoni, donde le esperaban los otros dos acusados. Llegados a este enclave, los dos presuntos asesinos se abalanzaron contra la víctima, lo golpearon en numerosas ocasiones en la cabeza, el tórax y el abdomen, lo estrangularon, y le propinaron un fuerte golpe en el cráneo con un objeto romo. Las agresiones causaron graves incisiones en la cabeza a la víctima, así como fracturas craneofaciales y una rotura de la pared gástrica. El hombre falleció después de que los encausados le apuñalaran en el pecho, una lesión que le produjo un colapso muscular.
Asesinato con alevosía y ensañamiento
Por todo ello, los detenidos están acusados de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, por lo que la Fiscalía solicita 23 años de prisión para los dos presuntos autores del crimen, así como otros 20 para el hombre que llevó a la víctima ante ellos por considerarlo cooperador necesario, aunque se ha tenido en cuenta el atenuante de la confesión a este último.
No obstante, los dos acusados de ser los autores materiales del asesinato han negado en esta primera jornada de vista oral que tuvieran ningún tipo de relación con el fallecido, aunque el tercer acusado ha aseverado que ambos le ofrecieron 10.000 euros para que llevara a la víctima a un lugar apartado, donde le iban a reclamar una deuda económica. Además, este encausado ha confesado que presenció como propinaban una paliza y una puñalada en el pecho a la víctima.