Un grupo de vecinos de Sant Jordi ha realizado recientemente hasta cinco sonometrías para medir los decibelios durante las fiestas de dos conocidas discotecas de Sant Josep, y en todas ellas se ha comprobado que se sobrepasa el máximo de ruido permitido. Se trata de una popular discoteca al aire libre en Platja d’en Bossa y de un club ubicado en la entrada al Parque Natural de ses Salines. Toni Villalonga, a modo de portavoz de estos vecinos, pide al Ayuntamiento que actúe de oficio y de una manera contundente ante esta situación: «Ha habido medidas contra negocios pequeños, pero el Ayuntamiento tiene una forma discriminatoria de actuar, no trata a todo el mundo por igual. Si tiene las herramientas legales para actuar de oficio contra estas dos discotecas, ¿por qué permite estas ilegalidades? Esta es la pregunta del millón», subraya Villalonga durante una conversación telefónica con este diario.
El caso más flagrante es el de una sonometría del viernes 24 de junio que se hizo a 100 metros de la discoteca de Platja d’en Bossa, y el resultado fue que, a las 22.30 horas, se estaba sobrepasando en 23 decibelios el máximo permitido, que era de 60 decibelios. Así, se alcanzaron los 83 decibelios. «Llegar a los 80 o a los 85 decibelios es una barbaridad», denuncia este vecino.
Los vecinos han llevado a cabo sus propias sonometrías bien desde viviendas de Sant Jordi, o bien en otros puntos del pueblo y sus alrededores. En todo caso, siempre fuera de los límites de las discotecas, «donde legalmente no tendría que haber ruido». Casi todas las mediciones son del mes de junio, pero una de ellas es del 30 de mayo, de la discoteca situada en la entrada al Parque Natural. En esta ocasión se comprobó que se llegaba a los 54 decibelios, nueve más de los 45 permitidos a las 23.11 horas, en horario nocturno, en la zona desde donde se midió el ruido.
Villalonga asegura que las otras tres mediciones también sobrepasan «con creces» el máximo permitido, no «solo en dos o tres decibelios, sino en 20 en algunos casos».
Precisamente este diario, en la segunda semana de junio informaba de una nueva victoria judicial de los vecinos de Sant Jordi y sus alrededores contra los elevados niveles sonoros procedentes de los locales de ocio de Platja d’en Bossa. Y es que el Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares (Tsjib) desestimó el recurso de apelación presentado por el Ayuntamiento de Sant Josep contra la sentencia del Juzgado Número 2 de lo Contencioso Administrativo de Palma con fecha de 16 de septiembre de 2019.
En la misma sentencia se instaba al consistorio a tomar medidas ante dichos excesos, recogidos hasta en nueve ocasiones por distintas empresas acreditadas y técnicos municipales, con resultados, “en todos los casos, muy por encima” de los parámetros “máximos permitidos”. En la sentencia del Tsjib, publicada en exclusiva por Noudiari, el tribunal cargaba con dureza contra el Consistorio: “Es de lamentar el peregrinaje administrativo y judicial que una mala actuación municipal ha comportado a los afectados. Nos encontramos en el año 2022 y no hay constancia documentada de que los expedientes sancionadores hayan concluido de ninguna manera ni de que fueran adoptadas medidas o sanciones” ante las denuncias presentadas en las que se constataban de forma probada los hechos a raíz de las sonometrías practicadas.
El alcalde de Sant Josep, el socialista Ángel Luis Guerrero, expresó en Noudiari que ahora, a diferencia de cuando gobernaba el PP en el municipio, “los expedientes se completan y se imponen sanciones». «Lo que ocurre es que muchas de ellas son posteriormente recurridas y se encuentran inmersas en un proceso judicial que muchas veces se dilata en el tiempo más de lo que nos gustaría», señaló.
Denuncia penal contra el alcalde
Cabe recordar que este mismo grupo de vecinos está recogiendo pruebas para presentar una denuncia por lo penal contra el el jefe del gobierno local por lo que llaman «inacción» ante el supuesto incumplimiento de los niveles máximos de decibelios por parte de negocios de ocio nocturno. Esta es una decisión que tomaron tras conocerse la sentencia del Tsjib, y este portavoz señala que aunque el equipo de gobierno josepí da a entender que quiere cambiar las cosas, «de momento no lo está haciendo»: «No hay una actuación contundente a raíz de la sentencia, que es lo que tocaría».
Además, Villalonga asegura que presentarán dicha denuncia «enseguida que legalmente se pueda presentar, cosa que depende los plazos legales»; pero, preguntado por si darán más margen al Consistorio para ‘poner orden’ tras la sentencia, el entrevistado señala que «doce años de margen ya son suficientes»: «No tenemos que esperar ni diez días más, y estamos trabajando para poder demostrar que los ruidos continúan. Deberían haber actuado ya, hay una total desconfianza hacia el Ayuntamiento», añade. Asimismo, insiste en varias ocasiones en que este problema es «público y notorio», ya que «cualquier persona puede comprobar el ruido» que generan estos establecimientos durante la temporada turística.
Por su parte, al alcalde Guerrero ya dijo en declaraciones del 14 de junio a este medio que si los vecinos deciden presentar una denuncia contra él, se defenderá en los juzgados, “como hizo el anterior alcalde, Josep Marí Ribas, Agustinet, contra quien por dos veces se archivaron las denuncias por esta causa presentadas por los vecinos a raíz del excesivo volumen de la música”.
Villalonga destaca que el ruido es especialmente elevado los lunes, martes, viernes y sábados, jornadas en las que «se escucha la música estando a quilómetros de distancia». Además, comenta que tampoco es casual que el horario nocturno no comience hasta las 23.00 horas: «Podría comenzar a las 22.00 horas, pero esta es una concesión más del Ayuntamiento a las discotecas, puesto que de esta forma se les permite hacer ruido hasta más tarde». «Hay que actuar ya contra el ruido, si te quieres ir a dormir a las 22.00 no tienes por qué esperar a que esta gente acabe su fiesta a las 00.00, y quien debe amparar al ciudadano en estos casos es el equipo de gobierno municipal, pero ya llevamos 12 años así», añade durante su conversación con Noudiari. Finalmente, anima a todos los ciudadanos afectados por los excesos de las discotecas a que interpongan denuncias por escrito y llamen a la Policía Local para quejarse del ruido. Destaca que esta es la única forma de presionar para poner fin a esta situación.
Lo mismo ocurre con la.disxoteca Cova Santa o sea Amnesia ..en medio del campo! .Se oye su» música «desde kilómetros cada noche .
Todo mi apoyo a este grupo de valientes de Sant Jordi. Enhorabuena por tener las ideas claras y los logros conseguidos. Las soluciones a los problemas importantes, especialmente en Ibiza, hace tiempo que deben gestarse desde la ciudadanía, en vista de la efectividad política.
¿Y si poneis los nombres os acusan de delito?