@Noudiari / Dos turistas británicos, supuestamente en un avanzado estado de ebriedad, intentan saltar de madrugada a un barco amarrado en el puerto de Sant Antoni. Como no podía ser de otra manera, los dos amigos acaban dándose un buen chapuzón, mientras que sus compañeros se desternillan de risa ante su fallido intento.
Los dos jóvenes debían querer emular a su compatriota Greg Rutherford, vigente campeón olímpico de salto de longitud, y pensaron que era una buena idea intentar superar los casi dos metros que separaban la embarcación del muelle. Sin embargo, ni uno ni otro consiguieron evitar caerse al agua y provocaron las risas de sus colegas, que seguramente ya se imaginaban que la cosa no saldría demasiado bien y no dudaron en grabar los saltos.