Conocemos de la importancia de las situaciones de maltrato, acoso y violencia que sufren hoy en día los niños y adolescentes en el contexto escolar y fuera de este. Estas situaciones pueden tener un potencial dañino para los niños que las sufren, dado que suelen ocurrir en contextos y en momentos vitales sensibles para la construcción de uno mismo.
Ahora bien, pienso que es extremadamente importante ser muy cuidadoso con el análisis que se hace de estas situaciones, dado que lo que está en juego, es la posibilidad de los niños y/o adolescentes de ser dañados de a varios niveles.
El hecho de que el bullying sea un fenómeno con tanta trascendencia informativa y social, hace que a menudo se disparen resortes sociales unidireccionales a la hora de juzgar y considerar estas situaciones, en cuanto aparece una manifestación de este supuesto bullying.
Precisamente ahí es donde está radicada la mayor dificultad y el aspecto más sensible de la cuestión; es absolutamente necesario hacer un análisis muy completo y cuidadoso de los factores involucrados en la situación que se está dando, a menudo en el bullying hay muchos aspectos individuales, familiares… de las personas involucradas en dicho fenómeno; no se puede hacer solo una lectura tan plana como la de que un alumno o algunos alumnos molestan a un alumno o algunos otros alumnos. Además de eso puede haber otras cosas involucradas de mayor calado, que es necesario poder atender si no se quiere poner solo un parche.
No siempre las cosas son simplemente lo que parece a primera vista y hay que hacer todo un trabajo de análisis de otros muchos factores, sin dejarse llevar únicamente por la condena social, que la sociedad, lógicamente alarmada, ejerce cuando aparecen noticias de este tipo.
Es cierto que a menudo el tratamiento de la información tiene que ver con la declaración de alguna de las partes afectadas, con todo lo que esto conlleva.
Cuando alguna de estas emergencias de malestar, que aparecen en forma de bullying, no se tratan de una manera adecuada pueden cerrarse en falso, y es entonces cuando aparecen efectos inesperados que nos sorprenden y desconciertan aun más.
Joan Escandell Salvador,
Psicólogo de la Clínica Iniciativas Médicas de Ibiza y Formentera.