La Conselleria d’Educació trabaja en la adquisición de entre 800 y 900 equipos de climatización que repartirá entre los centros para que puedan hacer frente a las elevadas temperaturas en las aulas.
La compra de estos aparatos es una de las medidas que contempla la Conselleria ante la posibilidad de que se alcancen temperaturas altas antes de que termine el actual curso escolar, como ya ocurrió el año pasado, y se suma a la elaboración de un plan de adaptación climatológica de los centros, para mejorar las condiciones de confort termohigrométrico, previsto a largo plazo.
«Desde la Conselleria somos perfectamente conscientes de los problemas de climatización y de que las previsiones no acompañan», admite el secretario autonómico de Desarrollo Educativo, Mateo Suñer, en declaraciones a Efe.
Dado que el plan de climatización será una solución a largo plazo, la Conselleria ya tiene en marcha otro plan de obras menores por un total de 461.110 euros, en 18 colegios e institutos de Baleares «donde las necesidades estaban identificadas y que se seguirá ejecutando», explica Suñer.
Incluye actuaciones como la reparación de las deficiencias del aire acondicionado en el CEIP Son Basca de sa Pobla; la climatización de las aulas del edificio D en el CIFP Pere de Son Gall de Llucmajor; o la sustitución del equipo de aire acondicionado del aulario del IES Xarc de Santa Eulària, entre otras.
Esas obras se suman al ‘Protocolo de actuación en el ámbito educativo frente a las altas temperaturas excepcionales’ que se aprobó en 2022, porque las olas de calor son cada vez más habituales en Baleares, con temperaturas elevadas frecuentes en la primera y en la última parte del calendario escolar (sobre todo en mayo, junio, septiembre y octubre) que pueden dificultar el desarrollo normal de la actividad educativa en los centros docentes.
Se activa del 1 de junio al 30 de septiembre, aunque se puede adelantar si es necesario y fija cuatro niveles de alerta en función de las temperaturas. El protocolo establece medidas organizativas en los centros a partir de 32 grados en Ibiza y Menorca y de 33 en Mallorca, que van desde promover la ventilación natural y la hidratación de los alumnos y los docentes, a flexibilizar el horario, evitar actividades físicas en las horas centrales del día y hacer comidas ligeras.
Las previsiones no son halagüeñas, teniendo en cuenta que Mallorca ya superó por primera vez los 30 grados el pasado 6 de abril, con registros de hasta 32,7 °C en Pollença y 32,6 °C en Muro y Sa Pobla, impropias para estas fechas del año. Fue un sábado.
Según el secretario autonómico de Desarrollo Educativo, «para intentar paliar un poco lo que se viene, se está trabajando en líneas a corto y medio plazo», entre las que destaca esas obras menores y la redacción del contrato para comprar esos 800 o 900 equipos de climatización para poder repartir entre los centros. «Sabemos que no es la solución, pero a corto plazo hay que paliar lo más que podamos», señala Suñer. EFE