EFE / Un 60,9 % de los ciudadanos de Baleares asegura que lee libros en su tiempo libre, un porcentaje algo inferior al 61,8 % de media nacional, según el Barómetro de Hábitos de Lectura de 2018, de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE).
La cifra supone un incremento de casi un punto de los lectores en las islas, ya que en 2017 leía el 60 %.
Si Baleares es la novena comunidad autónoma en porcentaje de lectores, es la cuarta en compra de libros: un 52,2 % de los ciudadanos de las islas de más de 14 años compraron algún libro en 2018, por encima de la media nacional del 50 % y solo por detrás de los madrileños (56,7 %), vascos (54,8 %) y riojanos (53,5 %).
En la cifra media de libros comprados, Baleares también se sitúa por encima del promedio, con 8,3 libros, frente a los 8 del conjunto del país. Los que más compraron fueron los cántabros con 10,25 libros y los que menos los castellano-manchegos con 5,9 libros en todo el año.
El barómetro revela además que los baleares son los que peor valoran las bibliotecas de toda España. Los usuarios de bibliotecas de Baleares las valoran con un 7,8, por debajo de la media nacional de 8,1 y con la nota más baja del país.
Casi un 40 por ciento de los españoles no leen libros o leen «poquísimo» en su tiempo libre, según el Barómetro de Hábitos de Lectura que, no obstante, pone de manifiesto que los lectores han crecido moderadamente en el último año hasta situarse en el 61,8 % de la población.
La FGEE ha presentado este estudio, un termómetro de la situación de la lectura en España, en un acto al que ha asistido el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, que ha hecho una valoración positiva de este aumento aunque ha indicado que «queda mucho por hacer».
«La lectura no está consolidada, el hábito lector está por debajo del nivel de progreso de España y de la posibilidad de acceso a la cultura», ha indicado el presidente de FGEE, Miguel Barrero, que ha dicho que se trata de un «problema país».
La falta de tiempo sigue siendo el principal argumento de los no lectores para explicar su falta de hábito (49,3%), ha indicado Barrero, que ha destacado la necesidad para realizar políticas específicas para los segmentos de la población que tienen más déficit de hábitos lectores.
Así, ha recalcado la necesidad de poner en marcha medidas para evitar la deserción «espectacular» de la lectura a partir de los 15 años o las desigualdades que se producen entre el sur de España, con menor índice, y el centro y el norte.
Casi todas las comunidades autónomas mejoran sus índices de lectura. Sólo Extremadura y País Vasco registran un retroceso y La Rioja y Cantabria mantienen sus cifras.
El estudio destaca también que existe un mayor porcentaje de lectoras de libros en tiempo libre que de lectores en todos los grupos de edad, con más de un 67 por ciento.
Asimismo, durante el pasado año ha crecido el número de lectores de libros en soporte digital hasta el 23,2% (6% solo lee en formato digital y el 17,2% lee en ambos formatos).
Respecto al perfil del lector digital, el estudio muestra que es un lector más intensivo, lee una media de 13,2 libros al año, frente a los 11,2 del lector que sólo lee en papel. Tiene una biblioteca con mayor número de ejemplares en su hogar, 269 libros de media frente a los 230 de los lectores que sólo leen en papel.
Pero el 79 % de los libros digitales leídos en el último año se obtuvieron sin pagar, ya que únicamente un 21 % de los entrevistados señalaron que obtenían libros digitales pagando por ellos.
Para Guirao, la «bondad» de los datos sobre el aumento de los lectores no debe nublar el análisis crítico de la situación de la lectura en España, ya que, ha dicho, más de un 38 por ciento que no lee en ninguna circunstancia y eso «es un problema muy grave sobre el que hay que trabajar».
El primer gran esfuerzo, ha dicho el ministro, debe ir hacia esas capas de no lectores, que tienen también que ver con la diferencia entre el medio urbano y rural y el acceso a bibliotecas que, conforme se va reduciendo el número de habitantes de las poblaciones es más difícil.
Por eso, Guirao ha dicho que habrá que implementar políticas de promoción de la lectura y mejora de las infraestructuras para facilitar su acceso.
En este sentido, el ministro de Cultura ha destacado la partida prevista en el proyecto de presupuestos para 2019 de adquisición de libros para bibliotecas públicas de 3,5 millones de euros, una cifra que aunque todavía es «modesta e insuficiente», es una forma de romper una tendencia de los últimos años, que era de cero inversión.
Otra de las medidas previstas en el proyecto de los presupuestos para 2019 es bajar el IVA del libro electrónico e igualarlo con el gravamen que tienen los libros de papel, situado en el 4 %, ha recalcado el ministro.