@Noudiari / El pleno del Consell de Ibiza ha acordado hoy la concesión de la Medalla de Oro de la institución al poeta Manel Marí, a título póstumo, y al canónigo e historiador Joan Planells Ripoll, ‘Murtera’. El pleno también ha acordado la concesión al piloto de motociclismo Ángel Nieto, a título póstumo, la distinción de Hijo Adoptivo de la isla de Ibiza.
Manel Marí García, poeta y activista cultural, que murió el pasado enero con 42 años, es considerado como uno de los poetas más brillantes de su generación en catalán, «ha desarrollado una enorme labor en el mundo de la poesía y, por extensión, en el de la lengua catalana y la cultura ibicenca», señalan desde el Consell. Autor de once poemarios y galardonado con prestigiosos premios en lengua catalana.
Joan Planells Ripoll, canónigo e historiador, que ha desarrollado una gran tarea no sólo en el mundo de la docencia, sino principalmente en el de la investigación histórica, «puesto que sus trabajos son de obligada lectura para cualquier investigador que pretenda adentrarse en la cultura ibicenca». Autor de varios libros y artículos de historia local, son del todo destacables sus estudios sobre las órdenes religiosas, la enseñanza, los linajes y las familias de las Pitiüses.
Angel Nieto Roldán, piloto de motociclismo y enamorado de la isla de Ibiza, que murió el pasado 2017 como consecuencia de un accidente de tráfico, ha sido considerado uno de los mejores pilotos del motociclismo español e internacional, como atestigua su palmarés. Campeón del mundo en trece ocasiones y galardonado con numerosos premios y condecoraciones, «su relación con la isla de Ibiza no sólo ha sido, como residente, sino que colaboró de manera desinteresada con el Consell y llevó el nombre de la isla por todo el mundo, siendo uno de sus mejores embajadores». Méritos que avalan la concesión del título de Hijo Adoptivo de la isla de Ibiza a título póstumo.
En el pleno celebrado hoy también se ha comunicado la decisión de la Comisión para la concesión de los Premios al Mérito Ciudadano 2017 de conceder los premios a Alba Pau Costa, en reconocimiento a «su loable trabajo desarrollado dentro del mundo del asociacionismo insular», principalmente con las colectivos de atención a las personas con discapacidad física y intelectual, y «por su destacado papel como organizadora de acontecimientos filantrópicos encaminados a recaudar fondos para el fomento de acciones y proyectos dirigidos al noble fin de promover los valores transformadores de la sociedad».