El Consell de Ibiza celebra que el Estado haya hecho efectivo el pago de 15.930.077,07 euros por anticipado de la cantidad pendiente de liquidar del antiguo Convenio de Carreteras, firmado en 2009 por una cantidad total de 55,4 millones de euros.
De este modo da respuesta a una petición aprobada en pleno ordinario del mes de octubre de 2021, además de a diferentes reclamaciones impulsadas por el equipo de gobierno, destaca la institución en un comunicado.
Desde el departamento de Red Viaria del Consell de Ibiza subrayan que Ibiza «es la única que ha cumplido con casi el 100% de la inversión firmada en el momento en que se subscribió el convenio, y por tanto, era injusto que el Estado no hiciera frente a sus compromisos logrados”.
En este sentido desde el Consell recuerdan que han enviado varios escritos a la comisión bilateral mixta de seguimiento de este convenio «dando a conocer la situación de perjuicio para la institución, e incluso se había planteado llevar la situación a la justicia».
Finalmente el Estado «ha reconocido la deuda con el Consell de Ibiza y ha hecho frente a la mismo, ingresando un dinero que suponen un punto y seguido en las reivindicaciones de la institución insular en materia de carreteras».
Así, aunque dan por liquidado el convenio antiguo, «el Consell de Ibiza seguirá reclamando un nuevo convenio de carreteras que dé respuesta a las necesidades actuales de la isla»·.
En este sentido, el vicepresidente primero Mariano Juan ha explicado: “el Convenio de Carreteras, hasta esta legislatura, no había sido un regalo ni una gentileza, sino que era, y tiene que seguir siendo, un derecho de todos los ibicencos, que se tiene que respetar gobierne quién gobierne. Nosotros no tenemos tranvías, no tenemos trenes de altas velocidades y tenemos que tener una red viaria moderna, segura y que dé respuesta a las necesidades actuales y el Estado tiene que ser partícipe”, ha subrayado.
En la misma línea, el conseller ha explicado que sobre la mesa hay “proyectos estratégicos para la red viaria” de Ibiza como la transformación de la E-10, la de la carretera que une Sant Antoni con Sant Josep y la creación de una rotonda que sustituya el cruce de los Cazadores, en la carretera de Santa Eulària.