El portavoz del Comité de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Baleares, Javier Arranz, advierte de la situación de cara a las fiestas: «Ahora tenemos muchísima posibilidad de tener un positivo en una reunión, en una cena, en una comida o en nuestro grupo de relación; esa es la realidad, de esa premisa debemos partir y a partir de ahí tenemos que actuar».
En este sentido, una recomendación que hace es no olvidarse de mantener la distancia física y «no besarse o abrazarse como si no pasara nada», consejo que extiende a vacunados y no vacunados. «Todos tenemos familia y nos gustaría olvidarnos de este tema, pero todavía no ha llegado ese momento», ha reiterado. Estas declaraciones se producen después de que la presidenta del Ejecutivo, la socialista Francina Armengol, haya estado este sábado en el congreso del PSC, donde se concentraron unas 1.500 personas.
«No estamos en una buena situación, los positivos están alrededor nuestro», ha asegurado Arranz este martes, cuando hay 10.418 casos activos de covid-19 diagnosticados en Baleares.
Ha remarcado que, ante la presencia de síntomas, que pueden ser diversos y a los que, seguramente, no se va a dar mucha importancia, «hay que pensar que probablemente puede ser covid», como en otras ocasiones en las que la incidencia de la pandemia ha sido alta.
El especialista incide en la importancia de tener en cuenta la alta probabilidad de entrar en contacto con positivos: «Si yo no tengo síntomas y estoy bien, o bien soy yo el positivo y no tengo síntomas, o bien alrededor mío casi seguro que habrá algún positivo, por lo tanto muchísimo cuidado con las medidas de prevención».
Ha reiterado que son imprescindibles las medidas ya conocidas de utilizar la mascarilla, sobre todo en interiores y en los lugares donde hay mucha gente; la ventilación y aireación de los espacios; y proteger a los más vulnerables. Arranz ha señalado la importancia de la vacunación, y de la dosis de refuerzo a la población a la que está llegando ahora.
Ante la proximidad de las fechas navideñas, advierte de que lo aconsejable es reducir los encuentros a las personas más cercanas, para «intentar disminuir el impacto».
Aconseja «reuniones lo más pequeñas posibles». La ventaja de que sean pocas personas radica en que «si hay un positivo, y cada vez hay más probabilidades de que haya un positivo y que no lo sepa, la capacidad de contagio es menor».
«Hay que autorregularse y creérselo, y limitarse también este año a ser menos, solo el núcleo más cercano», ha insistido.
La importancia de la vacunación radica en evitar enfermar de forma grave y «disminuir el efecto que pueda tener ómicron». Ser una persona sana y deportista «lamentablemente, no es garantía de nada». «Este virus siempre nos da sorpresas y esa sería una muy mala sorpresa en fiestas», señala.
El funcionamiento de las vacunas se aprecia en que, ante más personas contagiadas, mucha menor proporción de ellas están ingresadas. «El problema es que cuando entre ómicron de forma más intensa, que poco a poco va entrando, todavía vamos a tener más personas contagiadas», advierte Arranz sobre la nueva variante del coronavirus.
Asegura que «el problema de saturación del sistema sanitario es el mismo, porque así como ha crecido el número de personas afectadas, no crecen los hospitales, camas ni profesionales en Atención Primaria». Y es que precisamente estos servicios no se han reforzado lo suficiente para afrontar las nuevas olas de coronavirus.
EFE