EFE / El conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, ha asegurado este miércoles en rueda de prensa que el Govern considera «una petición justa» que las camareras de piso de los hoteles de Baleares puedan prejubilarse sin perder la parte de salario correspondiente.
Negueruela ha explicado que la jubilación anticipada ya se votó en el Parlament y que hubo varias proposiciones no de ley al respecto y que el siguiente paso es que se traslade al Pacto de Toledo, ya que existen una serie de sectores que también lo han solicitado.
«La jubilación anticipada existe, lo que no existe es que no se descuenten los porcentajes de reducción», ha remarcado el conseller, quien ha detallado que la reclamación «más que la jubilación anticipada es la aplicación de coeficientes reductores para que no se descuente la parte que le correspondería» y ha detallado que actualmente el número de camareras de piso está alrededor de las 30.000 trabajadoras.
Negueruela ha tratado este asunto en la presentación de los primeros resultados del proyecto Camareras de piso y salud, financiado con el impuesto de turismo sostenible, en la que también han estado presentes la consellera de Salud y Consumo, Patricia Gómez, y el jefe de la Unidad de Investigación de Atención Primaria y del Área de Salud Pública del Instituto de Investigación Sanitaria Islas Baleares, Joan Llobera.
Los estudios previos se han realizado con 1.043 mujeres representativas del colectivo de las cuatro islas con la finalidad de conocer su estado de salud, su nivel de exposición a riesgos ocupacionales y otros factores condicionantes.
En base a estos resultados, Llobera ha explicado que el Govern pondrá en marcha a partir de enero del año que viene un programa de intervención preventiva y de promoción de la salud en más de 30 centros de salud con el objetivo de trabajar en la mejora de la dieta y la actividad física y en estrategias para afrontar el estrés y el dolor crónico de las camareras de piso.
El proyecto tendrá una duración de ocho semanas, se evaluará a los seis meses y si los resultados son positivos se repetirá en otoño del 2020.
Los profesionales que llevarán a cabo las consultas individuales y las sesiones grupales previstas serán enfermeras, fisioterapeutas y psicólogos.
Dolores crónicos y mala salud
El estudio cuantitativo que han presentado este miércoles, que se realizó durante el pasado invierno, ha mostrado que entre un 55 y un 70 % de las camareras de piso asegura que sufre a menudo o de manera crónica dolor en la región lumbar, las muñecas y las manos y en la región cervical durante la temporada de trabajo.
El 40 % percibe que su estado de salud es malo o muy malo y solo el 17 % que es bueno o muy bueno.
Entre un 20 % y un 30 % declara que tiene dolor crónico en la región lumbar, muñecas, manos y cervicales.
Casi la mitad de las mujeres entrevistadas apunta que durante los siete días anteriores había tenido dolor en las lumbares; más de un 40 %, en las cervicales, y entre un 30-35 % en las muñecas, manos y espalda.
Una cuarta parte de las camareras de piso estuvo de baja como mínimo una vez durante el año anterior a la encuesta.
Este estudio se llevó a cabo en 39 centros de salud, las entrevistadas tenían una edad media de 43,3 años y habían trabajado unos 10,7 años de media como camareras de piso.
Además, indicaron que al día hacían 44,6 camas y limpiaban unas 18,1 habitaciones, según ha indicado Llobera.
Sin embargo, ha destacado que el estudio indica que a las camareras de piso les gusta su trabajo y que valoran positivamente el horario, la relación con las compañeras y la satisfacción por un trabajo bien hecho.
Las encuestadas apuntan como principal aspecto negativo las condiciones laborales, ya que definen su trabajo como «estresante, poco valorado y físicamente duro».
En relación a la prevención de los riesgos laborales, más del 80 % afirma que conoce los métodos de prevención y que asiste a cursos de formación; más de un 60 % considera que la información que recibe en los cursos es adecuada, aunque más del 50 % admite no aplicar estas medidas en su trabajo.
El estudio también remarca que las entrevistas reclaman disminuir la carga de trabajo, que se les reconozcan enfermedades profesionales y anticipar la edad de jubilación.
Por su parte, Negueruela ha especificado que las evaluaciones de riesgos tienen que contemplar el nivel de actividad física de cada establecimiento hotelero, porque «cada hotel cambia».
Respecto al reconocimiento de las enfermedades profesionales, ha recordado que el año pasado se reconocieron las enfermedades profesionales de las extremidades superiores porque ya se contemplaban para otro tipo de profesión, por lo que el Govern consiguió que se reconocieran a las camareras de piso, ya que «suponía una desigualdad e incorporaba matices importantes de género».
También ha incidido en que se acordó que el Instituto Nacional de la Seguridad Social iniciase los procedimientos para poder estudiar cómo incorporar nuevas enfermedades profesionales, aunque ha alegado que se trata de «un proceso más largo».
«Está claro que la relación de causalidad entre el trabajo desempeñado y esa enfermedad ahora común -la lumbalgia- creemos todos que tiene una base profesional y por tanto lo que hay que hacer es que se comience ese trabajo para poder incorporarlas al catálogo de enfermedades profesionales», ha afirmado. EFE