NouDiari / El grupo ecologista GEN-GOB ha emitido un comunicado en la misma línea que Amics de la Terra en el que defiende las actuaciones iniciadas en Sant Josep para controlar la población de gatos asilvestrados del municipio.
Recuerdan que en los últimos días se ha reabierto la polémica por las actuaciones para reducir estas poblaciones, unas acciones que han sido criticadas por algunas asociaciones y partidos políticos.
«El resultado, al parecer, ha sido la suspensión temporal de la iniciativa en la cual que estaban trabajando desde el Consistorrio y una asociación de cazadores del mismo municipio», explican.
«Desgraciadamente los denunciantes han obviado una realidad muy importante: los gatos asilvestrados e incluso las colonias de gatos y parte de lo gatos domésticos representan un auténtico problema ambiental y provocan un impacto negativo sobre los ecosistemas, de forma muy particular en las islas«, recuerdan.
Remarcan que hay bibliografía científica sobre el impacto de las poblaciones de gatos en sistemas naturales, «así que cualquier persona sensibilizada, o simplemente interesada, tiene las herramientas necesarias a su alcance para comprobarlo», afirman en un comunicado.
Hay trabajos realizados en todo el mundo sobre el tema en los que queda de manifiesto el impacto de estas poblaciones salvajes o asilvestradas sobre pájaros y reptiles, que se agrava considerablemente en los ecosistemas insulares especialmente frágiles.
En Baleares está registrado el impacto directo de los gatos sobre las colonias de cría de virot, especie endémica de Baleares y actualmente en peligro de extinción, así como sobre otras Procellariiformes (aves pelágicas).
A pesar de todas las evidencias al respecto, «en Baleares son escasas las iniciativas desarrolladas para reducir, o controlar, la presión de las poblaciones de gatos sobre los ecosistemas», lamentan
«Esto es así, a pesar de que existe una normativa que obliga a garantizar su control y donde se prevé la caza (artículo 29 de la Ley 1/1992 LI.EJ 1/1992, de 8 de abril, de protección de los animales que viven al entorno humano-‐BOIB 58 de 14 de mayo de 1992), que tiene que ser de forma incruenta (Resolución de la directora general de Medio natural , Educación Ambiental y Cambio Climático de 3 de enero de 2012, por la cual se autoriza la captura incruenta de especies invasoras, introducidas y ferales o asilvestradas–BOIB 6 de 14 de enero de 2012)», relatan.
Tal y como se recoge en la normativa mencionada, los animales asilvestrados capturados pueden ser sacrificados, eso sí , de forma incruenta. «El hecho de no existir una alternativa pública ni privada para dar una salida diferente en los ejemplares problemáticos no justifica obviar el problema», remarcan.
El control de esta situación no es una opción, es una obligación establecida a la legislación, subrayan, ya que el problema de las especies exóticas y asilvestradas no se solucionará sin la intervención humana.
Por eso solicitan que se retome la campaña iniciada por el Ayuntamiento de Sant Josep y animan a las entidades preocupadas por el bienestar animal a vigilar esta y otras iniciativas, «pero siempre sin abandonar la perspectiva de la problemática y la imperativa necesidad de encontrar soluciones que rebajen el impacto de las poblaciones asilvestradas y exóticas sobre los ecosistemas».
«También, si lo consideran necesario, trabajar para la creación de las infraestructuras e instalaciones públicas o privadas, que faciliten una solución al problema de los gatos asilvestrados», añaden. Todo ello sin aplazar el inicio de esta u otras iniciativas.
Por todo lo mencionado, aseguran que ven «necesaria» y apoyan «la iniciativa del Ayuntamiento de Sant Josep de controlar, tal y como está regulado y siguiendo las indicaciones de la normativa vigente, los gatos asilvestrados mediante la captura incruenta y el control diario de las trampas».
Es más, desde el GEN-GOB animan al resto de administraciones a actuar para controlar este impacto ambiental que se está produciendo de forma silenciosa y que amenaza, entre otras, a especies tan emblemáticas como el virot y la lagartija pitiüsa.