Si ni Idealista, el boca oreja o revisar todos los anuncios de las inmobiliarias a diario sirven de poco en la búsqueda de un piso o una vivienda en esta isla, siempre queda el recurso de volver al antiguo marketing: el hombre anuncio. Hace unas décadas servían para anunciar que se compraba oro a buen precio, ahora ya son necesarios para buscar un sitio para vivir. En este caso, Tomás Gómez, en la imagen, explica que sus actuales caseros les han «invitado» a marcharse antes de diciembre y, en tan poco tiempo, están buscando hogar en el que vivir todo el año con su mujer y su hijo pequeño; también ha llevado su búsqueda a las redes sociales, donde se le puede contactar. La imagen, que nos manda un lector, se ha recogido esta mañana en la Fira des Calamar de Santa Eulària y sirve para ejemplificar, una vez más, que, en materia de vivienda, la cosa está más que complicada en las Pitiüses.