@Noudiari/ La Vicepresidencia y Conselleria de Innovación, Investigación y Turismo ha encomendado la realización del estudio «Aproximación a la determinación del impacto económico de la implantación del Impuesto del Turismo Sostenible en la economía de las Islas Baleares» para conocer las repercusiones de la implantación del nuevo impuesto. El estudio, que ha tenido un coste de 16.900 euros (IVA excluido) ha sido realizado por la empresa consultora The City Transformation Agency.
En este documento se analizan varios escenarios aunque destaca que en los destinos donde se ha aplicado este tipo de figuras impositivas de este tipo, «no existe una relación clara entre la implantación de estos de impuestos similares y posibles reducciones de los flujos turísticos en los destinos que las aplican. Es más, en la mayoría de los casos las referencias indican que no afectarían negativamente», señala. Además, destaca que en Balears las subidas de precios no se refleja en caídas en el número de pernoctaciones. «Los flujos turísticos estarían más condicionados a variables de los mercados de origen de los turistas, como la evolución de las variables de renta disponible en estos mercados», apuntan desde el ejecutivo balear, que destaca que la repercusión de este impuesto es «mínima» por lo que «la repercusión en la demanda debería ser residual».
Escenario más pesimista
En el escenario más pesimista que se plantea en el estudio que es una hipotética reducción de las pernoctaciones y el gasto turístico, «los términos de impacto económico negativo rondaría los 36 millones de euros del PIB y una ocupación de unos 741 puestos de trabajo». «Al mismo tiempo, la recaudación prevista de este impuesto sería de 75,8 millones de euros. Los efectos de esta recaudación -y posterior efecto multiplicador del gasto e inversión pública- alcanzaría los 137 millones de euros, con una ocupación asociada de 1.416 puestos de trabajo», especifica una de las conclusiones del documento.
Hipotético caso de mejora
El estudio plantea un hipotético escenario de incremento del 4% del número de turistas (y pernoctaciones y gasto turístico), «un supuesto razonable en la actual coyuntura internacional». Este incremento neto general del 4%, se traduciría en un incremento de recaudación del impuesto, que se estima en hasta 78,9 millones de euros. Este volumen de recaudación daría lugar, una vez observados los efectos derivados, (hipotética reducción de los flujos turísticos) y los efectos de la reinversión de la recaudación del impuesto (supuesto incremento de 4% demanda y gasto), en que este esquema de imposición y reinversión tendría en términos generales unos efectos positivos de incremento de 18,18 millones de euros sobre el PIB y la creación de 732 nuevos puestos de trabajo.