@Noudiari / La Comisión Ejecutiva del Institut d’Estudis Eivissencs (IEE) ha presentado varias alegaciones a la Dirección General de Energía y Cambio Climático del Govern balear por el proyecto de ‘Línea eléctrica a 132 kV Sant Antoni-Torrent 1-2 y la nueva subestación a 132 kV Sant Antoni’, que «tiene previsto transcurrir por zonas protegidas de alto valor medioambiental amenazando gravemente nuestro paisaje y nuestro territorio».
«Las nuevas torres, cables y la eliminación de árboles a su paso causan una importante agresión en una zona de las mejores conservadas de la isla, de gran valor natural y alta densidad de yacimientos arqueológicos. Además del trayecto de la línea, la ampliación de la actual subestación eléctrica de Benimussa provocará un grave efecto visual y la ocupación más que cuestionable de un gran espacio rural», afirma en primer lugar.
El IEE también considera que «con la excusa que no está planificado ni presupuestado, el estudio de impacto ambiental no ha trabajado en profundidad la opción de soterrar de forma total la línea eléctrica». Además, «no se contempla en el proyecto la alternativa de apostar por las energías renovables, como puede ser la producción de energía solar fotovoltaica».
Por último, «la justificación de esta nueva infraestructura se debe a una demanda punta de energía elevada, en unas horas muy concretas, centrada en la temporada alta de verano. No se contempla la posibilidad de impulsar nuevos sistemas de ahorro y eficiencia energética para así reducir el consumo en momentos de alta demanda y evitar, de esta forma, la necesidad de construir esta nueva estación».
Por todo esto, desde el IEE solicitan que «se rectifiquen ambos proyectos de electrificación y que se solucione la carencia de potencia eléctrica con medidas de ahorro y con el uso de energías alternativas. Sólo en caso de que sea imposible conseguirlo por estas vías, que la nueva línea de alta tensión sea completamente soterrada».