EFE / Un monitor juvenil ha negado hoy en el juicio haber abusado de una niña de 8 años durante una excursión de fin de semana con el grupo de tiempo libre del que era director y ha atribuido la acusación de la menor, de 8 años, a que tenía celos de la buena relación que él tenía con otra niña.
El acusado de presuntos abusos sexuales, para quien la Fiscalía pide una condena de 10 años, ha asegurado que durante la acampada realizada en mayo de 2016 a la niña le correspondió por sorteo dormir en la habitación que estaba a su cargo, a la que también fue asignada otra menor que residía en ocasiones en acogida con el monitor y con sus padres, durante las vacaciones.
En su declaración ante la sección primera de la Audiencia de Palma, el monitor de tiempo libre ha detallado cómo fue la acampada a la que asistieron 14 niños y cinco monitores, y ha negado haber abusado en ningún momento de la menor, haberle hecho tocamientos ni haberla obligado a tocarle los genitales.
Ha negado haberse quedado ni siquiera a solas con ella en ningún momento, algo que ha dicho que es «imposible» en este tipo de actividades donde siempre van todos los niños y monitores «en bloque».
Los niños Se distribuyeron entre las cuatro habitaciones que había, en dos de las cuales se quedaron dos parejas de monitores al cargo (una de las parejas eran los padres del monitor), en una tercera había otra monitora responsable y en la cuarta él.
Estaba «obsesionada» con saber si era su hijastra
Sobre por qué no se plantearon que los niños durmieran a cargo de monitores hombres y las niñas con mujeres ha afirmado: «Nunca hemos tenido ningún problema y si no ya no sería democrático».
Ha atribuido las acusaciones a que la niña denunciante tenía celos de su relación con la menor que tenían en acogida y ha dicho que estaba «obsesionada» con saber si era su hijastra, algo que preguntaba a los demás monitores.
Sobre por qué no dio esa explicación cuando fue detenido y lo atribuyó a una venganza porque anteriormente su familia no quiso vender su casa a la madre de la denunciante, ha dicho que al principio estaba «en shock» y se dio cuenta de esa situación de posibles celos de la menor tras reflexionar sobre lo ocurrido.
Al monitor no le extrañó que tras esa acampada la niña no volviera al club de tiempo libre porque no era una habitual y solo había asistido a tres o cuatro actividades.
La declaración de la menor se ha llevado a cabo a puerta cerrada.
Tocamientos y besos
Los hechos ocurrieron en mayo de 2016. Según la Fiscalía, el acusado, al menos en dos ocasiones le hizo tocamientos a la menor, la besó y le hizo tocar sus genitales.
A consecuencia de los hechos, la menor presentó alteraciones como ansiedad, miedo, vergüenza, retraimiento, dificultades para comer y dormir y recibió tratamiento psicoterapéutico.
La Fiscalía pide para el acusado 10 años de prisión por abuso sexual a una menor e inhabilitación especial para cualquier trabajo o voluntariado relacionado con menores y para el ejercicio del acogimiento.
Reclama además que se le prohíba comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros durante 11 años, así como libertad vigilada durante otros 6. El ministerio público pide también que indemnice a la menor con 10.000 euros por los padecimientos sufridos y los daños morales infligidos.
El juicio continuará mañana.