El papa Francisco ha pedido este jueves a las diócesis de Ibiza, Valencia, Orihuela Alicante, Segorbe-Castellón, Mallorca y Menorca que den toda su ayuda a la «gente rota, que ha perdido la vida a pedazos» tras la dana que arrasó varias localidades españolas a finales de octubre.
Francisco recordó con tristeza las graves inundaciones en Valencia, que causaron enormes destrozos y más de 220 muertos, al recibir en el Vaticano a los seminaristas y formadores de los seminarios de estas diócesis.
«No me es fácil expresarles mis sentimientos, pensando en las Navidades seguramente atípicas con esa vivencia», inició el papa su discurso, en el que afirmó que es «un dolor y un luto que a pesar de su dureza nos abre a la esperanza pues, obligándonos a tocar fondo y a dejar atrás todo lo que parecía sostenernos, nos permite ir más allá.»
«No es algo que podamos hacer solos, es una oscuridad inmensa la que ustedes han vivido y están viviendo. Y pienso en la ayuda desinteresada de tantas personas, los ojos llenos de entrega de la gente, han sido capaces de iluminarnos con la ternura de Dios», añadió.
También advirtió de que «la dana no es un fenómeno atípico que simplemente esperamos no vuelva a suceder» .
Y agregó: «No podemos tomar a la ligera el sufrimiento de las personas e intentar consolarlas con frases de circunstancias y buenismo» y pidió: «Cuando vean a la gente rota, porque en Valencia hay gente rota, que ha perdido la vida a pedazos, repártanles ustedes trozos, pedazos, de ustedes mismos, como Cristo lo hace en la Eucaristía».
«Por favor, dense gratis, porque todo lo que tienen lo han recibido gratis, no se olviden de la gratuidad», concluyó el papa.
EFE