EFE / El grupo Popular en el Ayuntamiento de Eivissa propondrá al Pleno que inste a las administraciones competentes y a la empresa eléctrica responsable de la central de la isla a estudiar el proyecto de interconexión de la cañería de evacuación al mar de la salmuera procedente de la desaladora y la de vertido de agua caliente de la central ibicenca.
Los ‘populares’ han señalado que “es posible devolver la salmuera al mar de forma que se consiga la inmediata disolución en la masa del agua de mar sin causar el menor daño a la fauna y flora marina”. En este sentido, los concejales del Partido Popular han explicado que, por cada litro de agua que se saca del mar, se obtiene 0.45 litros de agua dulce y se devuelve al mar 0.65 litros de salmuera.
Según el Partido Popular, los estudios de la tolerancia a la salinidad de la posidonia oceánica más recientes han fijado la salinidad máxima tolerable en 38.5 unidades prácticas de salinidad que equivalen aproximadamente a 39 gramos por litro.
Por otro lado, la central térmica de GESA quema lignitos para producir electricidad y requiere entre 20.000 y 40.000 metros cúbicos de agua de mar a la hora para refrigerarse, según estén en funcionamiento uno o los dos grupos que posee. Este caudal de agua se extrae del mar y se devuelve a él en forma de agua, unos siete u ocho grados centígrados más caliente. En el caso de Eivissa, los ‘populares’ insisten en que, con la conexión de ambas canalizaciones, sería posible diluir con mayor facilidad la salmuera con la conexión a los vertidos de agua caliente procedentes de la central eléctrica de GESA.
Vertidos de la depuradora
Por otra parte, el grupo Popular también planteará en el próximo Pleno una moción de control para conocer las gestiones, acciones y actuaciones realizadas por el equipo de Gobierno ante los continuos vertidos al Puerto de la ciudad procedentes de la depuradora que se han registrado a lo largo de toda la temporada turística.
Los ‘populares’ han recordado que estos vertidos han sido constantes durante todo este verano y han señalado que, “además del gravísimo daño medioambiental, estas aguas residuales han afectado gravemente a la imagen turística de la ciudad y, por lo tanto, a la principal industria del municipio”.
Los concejales ‘populares’ han indicado que los trabajadores de las empresas que operan en el puerto han venido denunciado la aparición de residuos en el agua durante toda la temporada turística, cuyo mal olor ha afectado seriamente al normal funcionamiento de los establecimientos de restauración y otros locales comerciales del barrio de La Marina.
Según el Partido Popular, el vertido de aguas fecales en el mar que se produjo en la zona de las barcas de Formentera el 20 de agosto fue especialmente grave, al tardar cinco días en solucionarse.