El voto del grupo popular determinará el próximo martes la aceptación o el rechazo de la propuesta de remoción del presidente del Parlament, Gabriel Le Sénne, de Vox, presentada por los diputados de la izquierda después de que el pasado junio rompiera fotos de mujeres asesinadas durante la Guerra Civil.
Con la única incógnita del sentido del voto del PP, este martes se celebra, a partir de las 10.30 horas, el pleno extraordinario que debatirá la propuesta de remoción de Le Sénne formulada por 12 diputados: los de los grupos socialista y MÉS per Mallorca, así como los dos de Més per Menorca y la de Podemos que están en el grupo mixto.
Este viernes, el portavoz del Govern, Antoni Costa, aseguró 5 días antes del pleno que la decisión del grupo parlamentario popular no estaba «cerrada». «Vamos a esperar al próximo martes, el grupo popular expresará en ese debate la opinión que le merece y argumentará la decisión que adoptará», dijo.
Costa recordó la postura del Govern en relación con Le Senne, no vinculada el episodio agresivo en el pleno y expresada desde que Vox acordó el pasado julio la ruptura de todos los pactos autonómicos que mantenía con el PP: «Seguimos creyendo que una ruptura unilateral del pacto comportaba la dimisión de Le Senne».
«No hemos dicho que se le tenga que cesar, hemos dicho que Le Senne debería haber tomado una decisión en coherencia con la decisión que tomó a nivel nacional Vox. No hemos dicho que dimita o que se le imponga el cese, hemos dicho que tenía que tomar la decisión él», subrayó, e insistió en que el Govern «ni ha exigido ni de momento exigirá ese cese».
Es la primera ocasión que se recurre al artículo 39 del Parlament, que establece que los miembros de la Mesa cesarán por remoción del cargo «por negligencia notoria y grave en el cumplimiento de las obligaciones y deberes del cargo», con mayoría de tres quintas partes de los diputados del pleno.
La solicitud de remoción se apoya en que los partidos de izquierda consideran «extremadamente grave e inédita en la cámara autonómica» la situación que se produjo en el pleno del pasado 18 de junio, que debatía la toma en consideración de la derogación de la Ley de Memoria, cuando Le Sénne rompió de un tirón, arrugó y tiró al suelo fotos de las conocidas como «las rojas del Molinar», entre ellas Aurora Picornell, hija ilustre de Mallorca.
Las fotos que rompió Le Sénne estaban pegadas en el ordenador portátil de la vicepresidenta del Parlament, la socialista Mercedes Garrido. También la secretaría segunda, la otra socialista miembro de la mesa, Pilar Costa, exhibía en su ordenador imágenes de estas «mujeres comunistas, violadas y fusiladas por los franquistas», según recoge el escrito de solicitud de remoción de Le Sénne, que les había ordenado a ambas que las retiraran.
Según el escrito, las socialistas mantuvieron las fotos durante la sesión como muestra de solidaridad y reconocimiento a las víctimas porque la orden de Le Sénne no tenía aval reglamentario ni fundamentación jurídica.
El escrito relata lo que ocurrió después, cuando el presidente «de forma violenta» dio dos manotazos al portátil de Garrido, que le advertía de que no podía tocarlo, arrancó las fotos y la expulsó del pleno junto a Pilar Costa.
Los solicitantes de la remoción alegan que Le Sénne ejerció una agresividad inaceptable y expulsó a las socialistas de forma arbitraria y sin fundamento jurídico.
La petición de remoción indica que la actuación del presidente del Parlament «va en contra de los principios de respeto, orden, disciplina parlamentaria, democracia y pluralismo que siempre deben regir la actuación de la Mesa y que emanan del Reglamento del Parlament» y fue «claramente arbitraria, de una violencia inaceptable y una falta evidente de neutralidad e imparcialidad».
EFE