@Noudiari / El Partido Popular de Formentera exige que Autoridad Portuaria de Balears (APB) y el Consell formenterer solucionen la parálisis registrada en el edificio de aparcamientos de La Savina, puesto que «hasta la empresa adjudicataria ha cargado ya contra ambas instituciones; acusándolas de llevar dilatando durante dos años su puesta en marcha con el retraso del otorgamiento de los correspondientes permisos», señalan los populares.
El portavoz del Grupo Popular, José Manuel Alcaraz, incide en que «la imagen y servicio que se da en el puerto de La Savina, puerta de entrada a Formentera, es tercermundista». En este sentido, añade que «muchas empresas de alquiler que se ven obligadas a trabajar en módulos en unas condiciones de trabajo pésimas, mientras el edificio permanece cerrado un verano más con el consiguiente problema de aparcamiento que eso provoca en una zona ya de por sí saturada y el perjuicio económico para muchas empresas».
Con todo, los populares recalcan que «Jaume Ferrer, además de presidente del Consell durante estos 11 años de mandato, es miembro del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, y eso tampoco se ha notado a la hora de buscar soluciones en la zona portuaria de Formentera».
La falta de proyecto de Gent x Formentera
A comienzos de su gobierno, Ferrer apoyaba la ampliación del puerto con una explanada de 2.000 metros cuadrados con la condición de que se construyese un aparcamiento soterrado, una propuesta que el PP llevaba en el programa electoral y «que apoyábamos firmemente».
Después, acabó cambiando de idea y aprobó, junto a Autoridad Portuaria de Baleares, un edificio en altura de aparcamientos, con el impacto visual que conllevaba; «algo de lo que nosotros ya les alertamos y que es ahora la causa de esta dilación en su puesta en marcha», han criticado desde la agrupación popular.
Según los populares, «en 2010 GxF se vanagloriaba de dar el visto bueno al nuevo edificio de aparcamientos pero, para sorpresa de todos, tres años después desde el Departamento de Urbanismo del Consell cambiaron el criterio
sobre la volumetría del edificio, cuando éste ya se iba a iniciar». «Esto creó un desbarajuste jurídico y urbanístico que aún hoy no se ha resuelto y que deja en evidencia la nula capacidad de gestión de Jaume Ferrer para solucionar
problemas», concluye Alcaraz.