Joan Miquel Perpinyà / Últimamente se ve al PSOE ibicenco un tanto sobreactuado, lo cual hace que pierda credibilidad si es que todavía tiene alguna, que lo dudo. Porque una cosa es ejercer la necesaria e imprescindible labor de oposición en el Consell d’Eivissa o en el Ajuntament de Sant Antoni, que mucha falta hace, y otra cosa muy distinta es caer en el histrionismo; agarrándose a cualquier cosa para tildarla de “escándalo” y pretender que de ello se derive la rendición incondicional del PP con dimisiones por elevación hasta el infinito y más allá.
Se comprende que tengan ganas de recuperar el poder que los ciudadanos en las urnas les arrebataron —por méritos propios, no les quepa duda—, pero deberían disimular un poco esas ansias desatadas. Si se ponen tranquilos y no exageran tanto, será fácil que las cosas salgan mejor.
El alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, se equivocó de plano al no aceptar la dimisión del concejal de Hacienda, Xico Cardona, tan pronto como éste la presentó. Metió la pata de forma inexplicable al justificar el comportamiento del edil del PP que se construyó una casa y una piscina de forma ilegal. Pero una vez que se formalizó la dimisión de Cardona, asumiendo las responsabilidades políticas correspondientes, el asunto quedó zanjado a esos efectos. Pretender extender la responsabilidad al alcalde de lo que había hecho Cardona antes de estar en el equipo de gobierno municipal, más aún diciendo que el alcalde “no puede seguir sentado en esta silla”, es a todas luces un exceso.
Pretender extender la responsabilidad al alcalde de lo que había hecho Cardona antes de estar en el equipo de gobierno municipal, más aún diciendo que el alcalde “no puede seguir sentado en esta silla”, es a todas luces un exceso.
Lo que se pretendía era que el líder de los socialistas, Antonio Lorenzo, interpretando el papel de poli malo para sobredimensionar el asunto, lograse excitar sobremanera a los socios del PP, Joan Torres (PI) y José Ramón Martín (Cs), a quienes tendió la mano para presentar una moción de censura que desalojara al PP de la alcaldía. No picaron porque todo era muy burdo y porque nada hace pensar que entregando el consistorio a la izquierda, los problemas que arrastra el departamento de Urbanismo se vayan a solucionar como por arte de magia.
El alcaldable socialista, Simón Planells, representó el papel de poli bueno y prefirió no embarrarse en el lodazal, por si acaso algún día Torres y Martín dan el paso (bastaría solamente uno de ellos) y sumando sus votos a los de PSOE-Reinicia y Podemos, le otorgan la vara de mando del consistorio portmanyí. Dejó que hiciera el ridículo en el pleno extraordinario Antonio Lorenzo, que para algo es asesor de Josep Marí Ribas ‘Agustinet’ en Palma y sus buenos euros se lleva por no hacer nada.
Que el PSOE-Reinicia hable de honorabilidad suena a sarcasmo, teniendo en cuenta el modo tan indecente y tan proclive al espectáculo circense con que gobernaron Sant Antoni en la legislatura 2015-2019, con episodio de transfuguismo incluido que protagonizó Cristina Ribas, número dos de la lista socialista.
Que el PSOE-Reinicia hable de honorabilidad suena a sarcasmo, teniendo en cuenta el modo tan indecente y tan proclive al espectáculo circense con que gobernaron Sant Antoni en la legislatura 2015-2019, con episodio de transfuguismo incluido que protagonizó Cristina Ribas, número dos de la lista socialista. Se les habrán olvidado los incontables escándalos que les llevaron a ser noticia un día sí y al otro también; con befas incluidas a los policías locales del municipio.
Aquello fue la casa de Tócame Roque, con el teniente de alcalde Pablo Valdés, al que las críticas por los escándalos no sólo le importaban un pimiento, sino que se regocijaba en ellas. El PSOE-Reinicia ya no se acuerda del episodio de las dos multas de tráfico que la Policía Local le impuso a Valdés y que cinco meses después aún estaban desaparecidas.
Además, en la actualidad ostentan la condición de investigados en una causa judicial el exalcalde Pep Tur ‘Cires’, la concejala Cristina Ribas y la exedil de Governació Aída Alcaraz; y no será por haber actuado honorablemente precisamente.
Para que PSOE-Reinicia pueda hablar de honorabilidad sin escarnecer a los vecinos de Sant Antoni tienen que pasar algunos años y que la desmemoria haga su trabajo.
Para que PSOE-Reinicia pueda hablar de honorabilidad sin escarnecer a los vecinos de Sant Antoni tienen que pasar algunos años y que la desmemoria haga su trabajo. No basta con que ‘Cires’, Valdés, Alcaraz y Fran Tienda dejaran la política, unos por cansancio y otros por otras razones mucho más indecorosas. Hablar de honorabilidad con esos descartes resulta excesivo, incluso para el PSOE de Ibiza.