El Ministerio de Sanidad ha apelado a las comunidades a reforzar la vacunación del sarampión para llegar al 95 % de cobertura de las dos dosis ante el incremento de casos, que ascienden ya a 142, frente a los 110 registrados a finales de febrero, y con la previsión de que sigan subiendo como consecuencia del avance del virus en todo el mundo.
En el informe “Implicaciones para España del aumento de casos y brotes de sarampión a nivel mundial y europeo”, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) advierte que, en el contexto actual, el riesgo para la población general española “sigue siendo bajo”, pero el individual en personas susceptibles expuestas al virus “es alto” y pueden desarrollar enfermedad grave, especialmente los inmunodeprimidos y niños.
Por eso, “es crucial” identificar los contactos de manera precoz y ofrecerles las medidas de salud pública pertinentes, alertan.
Según los últimos datos del Instituto de Salud Carlos III, en lo que va de año ha habido 258 sospechas de sarampión, de las que se han acabado confirmando 142 frente a los 110 de finales de febrero.
El informe del CCAES es anterior a la actualización del ISCIII, pero ya anticipaba la previsión de que en España, a la que la OMS declaró libre de sarampión en 2016, sigan apareciendo más ante el incremento de casos en todo el mundo como consecuencia del retroceso de la vacunación por la pandemia.
Síntomas
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que comienza con síntomas similares a los de un resfriado, como fiebre alta, congestión nasal, tos seca y enrojecimiento ocular. A los pocos días, aparecen manchas blancas en la mucosa de la boca y luego se produce una erupción cutánea característica, formada por manchas rojas que empiezan en la cara y se extienden al resto del cuerpo. Esta erupción suele ir acompañada de un malestar general, fatiga y pérdida de apetito. En algunos casos, pueden presentarse complicaciones graves, como neumonía, encefalitis o infecciones del oído, especialmente en niños pequeños, personas mayores y personas con el sistema inmunológico debilitado.
Los ámbitos de mayor riesgo de infección son los centros sanitarios, aunque también se han identificado positivos “sin ámbito de exposición conocido ni vínculo con casos primarios», así como los viajes internacionales a países donde está subiendo la transmisión.
Todavía hay grupos de población no vacunados “con características que hacen difícil alcanzar coberturas de vacunación adecuadas”, por eso aconseja dirigir los esfuerzos a ellos.
Nuestro país siempre ha gozado de buenas tasas de vacunación que apenas se resintieron con la pandemia; es más alta con la primera dosis, que roza el 98 % que con la segunda, que se queda en el 94 %. El límite para lograr la protección es del 95 %.
Sin embargo, hay enormes diferencias entre comunidades, con una decena -Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Cantabria, Cataluña, Extremadura, Murcia, País vasco y La Rioja- además de las dos ciudades autónomas, por debajo de esa cifra en 2023, según los últimos datos actualizados en «Informe de evolución de coberturas de vacunación por vacuna» (Sivamin).
Ante esta situación, el CCAES apela a «continuar con los esfuerzos para alcanzar y mantener unas coberturas de vacunación por encima del 95 % con dos dosis» y llevar a cabo estrategias específicas a grupos de población en los que resulta esto resulta complicado.
Igualmente, recomienda aprovechar las visitas a los servicios sanitarios (incluyendo los de prevención de riesgos laborales), para revisar el estado de vacunación y elaborar mapas de riesgo de sarampión que permitan identificar grupos de personas o territorios con mayor susceptibilidad y ajustar las actuaciones en ellos.
En territorios con brotes activos, se deben valorar estrategias para la búsqueda activa de individuos susceptibles, como los nacidos entre 1988 y 1997 o aquellas con calendarios de vacunación incompletos.
El Ministerio continuará analizando la evidencia disponible para valorar si son necesarias modificaciones en las pautas; en España, la triple vírica (sarampión, rubeola y parotiditis) entró en el calendario vacunal en 1981 y se administra en dos dosis, una a los 12 meses y otra entre los 3 y 4 años de edad.
EFE / Redacción