El sector servicios español se contrajo en agosto por primera vez desde octubre de 2022 debido a la caída de la actividad, los nuevos pedidos y una desaceleración de la demanda, según S&P Global.
El índice PMI de actividad comercial del sector servicios español de HCOB, elaborado por S&P Global y publicado este martes, ha marcado los 49,3 puntos en agosto, por debajo de los 52,8 registrados en julio y del umbral de 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción.
De acuerdo con el informe, el resultado de agosto ha puesto fin a la secuencia anterior de expansión de nueve meses del sector, con un deterioro de la actividad que fue «solo leve en general» pero el más fuerte en poco menos de un año.
Este mes ha mostrado indicios de desaceleración de la demanda, lo que ha provocado una contracción leve de los nuevos pedidos, la primera en diez meses.
«Es probable que las cosas sigan desacelerándose durante los próximos meses», ha previsto en un comunicado el economista jefe del Hamburg Commercial Bank (HCOB), Cyrus de la Rubia.
Según la consultora, los pedidos pendientes de realización se contrajeron por primera vez en lo que va del año, al ritmo más rápido desde septiembre de 2022.
Este escenario de desaceleración de la demanda y disminución de los nuevos pedidos ha reducido el ritmo de crecimiento de las plantillas de las empresas, cuya tasa ha sido la menos pronunciada desde enero pasado.
Por otro lado, los costes de los aprovisionamientos han crecido este mes por trigésimo noveno mes consecutivo.
Las empresas encuestadas han manifestado que las crecientes presiones salariales, junto al aumento del coste del combustible, han podido repercutir en el aumento sostenido de los precios de venta, sin embargo, la tasa de inflación de los precios de venta ha continuado su actual trayectoria descendente.
Pese a los indicios de debilitamiento del sector, el grado de confianza de las empresas se ha fortalecido ligeramente en agosto, con el optimismo de que aumente la actividad en el plazo de doce meses.
EFE