Miembros de la Asociación de usuarios profesionales de la PIMEF de Formentera mantuvieron ayer una reunión telemática con el presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares, Francesc Antich, y el director de la APB, Jorge Nasarre, para expresar “el desconcierto” con respecto a la concesión del puerto de Marina de Formentera, que expira a finales de este mes y que, con la nueva concesión, «será la ruina para muchos negocios».
En un comunicado, los afectados recuerdan que la Autoridad Portuaria procedió recientemente a la apertura de los sobres con las ofertas para elegir a un nuevo adjudicatario.
“Es importante destacar los criterios que ha establecido la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) para este concurso, ya que sólo tiene en cuenta los criterios económicos. El resultado de esta estrategia es que la APB va a ver incrementado el canon de lo que anualmente cobra por la concesión en torno a un 100%, sin realizar ninguna inversión en la marina” denuncian.
Actualmente recibe un canon de 935.000 euros y va a pasar a cobrar un canon en torno al 1.700.000 euros, aseguran. “La repercusión de este incremento de canon va directamente sobre los usuarios del puerto, especialmente los negocios que dependen de esta concesión (locales y amarres) que tendrán que sufragar el mencionado canon con los pagos de sus locales y amarres”, denuncian. Eso va a afectar a “numerosas empresas”, algunas con más de 30 años de antigüedad en la isla.
“Para que este año la mencionada marina pueda satisfacer el canon anual deberá incrementar los precios de los locales y de los amarres entre 6 y 10 veces respecto a lo que actualmente se está cobrando. Obviamente esto va a suponer la ruina de muchas empresas y la única parte que va a salir ganando viendo duplicados sus ingresos es la propia Autoridad Portuaria”, denuncian.
Además lamentan encontrarse en esta tesitura tras dos veranos en los que la pandemia ya ha golpeado el turismo en las islas.