@Laura F. Arambarri/ Ocho coreógrafos internacionales que han trabajado con Dua Lipa, Justin Bieber, Céline Dion o Selena Gómez impartirán 19 clases magistrales en Ibiza Danza Platform, un curso intensivo de danza y baile que celebra su primera edición entre los días 24 y 28 de junio en el Polideportivo de es Viver de Ibiza. Los organizadores son Adrián Gas y Lucía Marín González, dos bailarines ibicencos formados en sus primeros años en la isla y que, gracias a su talento y a su esfuerzo, trabajan con artistas internacionales de primer nivel.
Cada año vuelven a Ibiza para impartir clases y compartir con los jóvenes de la isla su experiencia y conocimiento. Esta vez lo han querido hacer a lo grande y para eso han organizado este curso intensivo, al que se puede asistir por jornadas individuales o en conjunto. Toda la información sobre precios, horarios y profesores está en la web www.ibizadanzaplatform.com.
Para asistir a las clases no hace falta ser bailarín profesional pero sí tener una base y más de 14 años. También han creado un apartado para más pequeños, a partir de ocho años, de aprendizaje con Iker Karrera, director del talent show ‘FAMA a bailar’ y con Belén Leroux, una bailarina de primer nivel.
Los ocho coreógrafos son Delaney Glazer (una coreógrafa que es en sí misma una celebridad, con más de 1,4 millones de seguidores en Instagram y que, como actriz, está en lo último de ‘Black Mirror’ para Netflix), CJ Salvador (uno de los coreógrafos top internacionales), además de otros grandes como Tobías Ellehammer, Nika Kljun, Kimberley Taylor y Camillo Lauricella. Sin olvidar a los ya mencionados Belén Leroux e Iker Karrera, director de ‘FAMA, a bailar’ del canal Movistar+, con el que hablamos de esta nueva experiencia.
Que salgan artistas como Rosalía, que funcionan y que apuestan por los bailarines, nos viene muy bien a todos.
¿Ocho coreógrafos de primer nivel en una semana es algo muy apetecible para un bailarín?
Mucho. No solo para los que estudian sino también para los profesionales a los que nos gusta reciclarnos. Solemos ir a Los Ángeles, donde está la industria, para ponernos al día, pero últimamente es más complicado encontrarles allí porque muchos están de gira o trabajando por todo el mundo. Por eso es un lujo tener en Ibiza, concentrados en una semana, a ocho coreógrafos que normalmente no paramos… Además en una isla que es una maravilla, con lo que es un plan de verano perfecto.
¿Qué le aporta a un joven aspirante a bailarín una oportunidad como esta?
Para los que están estudiando va a ser un chute de energía para seguir formándose e incluso querer dedicarse a esto. Es interesante para todos los perfiles de bailarines. Las clases están para aprender a todos los niveles. De una clase te puedes llevar muchas cosas: la emoción de ver a alguien bailar, conocer a una persona que te abre nuevas vías y experiencias…
Viendo los curriculums de los profesores es llamativo que casi todos dominan varios estilos de danza: hip hop, jazz, clásica, contemporánea… ¿Los coreógrafos y bailarines que más trabajan son los más versátiles?
Te tienes que formar en todo aquello que puedas porque, al final, cuanta más versatilidad tengas, mejor. Y eso pasa en la danza y creo que en cualquier otra profesión. Todos los coreógrafos que vamos a Ibiza nos dedicamos al sector comercial y todos estamos formados en muchas cosas, porque ese sector es muy abierto. Además, todo lo que has estudiado se traduce en tu estilo personal. Cuantos más estilos domines y cuantos más profesores y maestros conozcas mucho mejor, porque todo eso te lo llevas tú en tu cuerpo y no te lo quita nadie. Versátil, con muchos estilos y que sepa defender muchos materiales de diferentes coreógrafos: ese es el perfil del bailarín de hoy.
¿Qué significa ser bailarín comercial?
Llamamos bailarín comercial a todo aquel que no trabaja en compañías nacionales de danza o en compañías de danza contemporánea… es decir, que trabaja en todo lo que se vende a nivel comercial como videoclips, giras de artistas, televisión… En mi caso he dirigido ‘FAMA a bailar’ para Movistar+. Ser ‘comercial’ no es algo fácil o barato, al contrario. Mira el ejemplo de Rosalía, que es comercial y, a la vez, ofrece algo muy bien hecho y muy bien cuidado, con una estética maravillosa.
Precisamente Rosalía es una artista que da importancia a las coreografías.
Sí, lleva un elenco de bailarinas españolas con ella y eso ha dado un poco de empuje porque muchos bailarines españoles que quieren ser comerciales no tienen muchas salidas en España. No hay tantos artistas que lleven coreografías. Por eso que salgan artistas así, que funcionan y que apuestan por los bailarines, nos viene muy bien a todos.
Ha comentado su paso por la dirección de ‘FAMA, a bailar’, ¿cómo ha sido la experiencia?
Muy bonita y muy intensa, porque han sido casi cuatro meses de trabajo con los bailarines y otros dos o tres meses de preproducción. No es un programa de televisión al uso. La realización es espectacular y hay un montón de coreografías que están a la vanguardia. Movistar ha apostado por una calidad, una estética y un gusto coreográfico diferente. El haber formado parte de eso ha sido una gozada para mí.
¿El reality aplicado a la danza es positivo para la profesión o puede tener una parte negativa, de banalización?
‘FAMA a bailar’, en sus dos últimas ediciones, no ha sido un reality sino un talent, porque todo ha girado alrededor de la danza y nos importaban bien poco las broncas o los cotilleos; de hecho no había cámaras en las habitaciones. Hemos ofertado una calidad de pago para una cadena de pago. Los que nos hemos implicado en este proyecto lo hemos hecho porque hemos visto ese cambio. Yo solo le veo cosas buenas, la verdad, porque se ha mostrado la danza tal y como es, con los estilos reales que coinciden con la formación de las escuelas. Para los chavales que vienen es un chute de motivación y energía y, además, aprenden a gestionar lo que es enfrentarse a una gala en televisión. Les sirve para mejorar y seguir formándose, pero, sobre todo, de motivación.