L. F. A. / EFE / La paciencia tiene un límite y para las asociaciones de restauración de las islas se ha rebasado por completo.
Tanto desde Pimeef Restauración (Ibiza y Formentera) como desde las asociaciones PIMEM-Restauración y de Restauradores de Mallorca (Arema) exigen que, «con efecto inmediato», se abran los interiores de los restaurantes, en cumplimiento de las medidas asociadas al nivel 2 de riesgo sanitario, que es el que rige en la actualidad en Ibiza y Mallorca.
Por una parte, la presidenta de Pimeef Restauración, Verónica Juan Spiteri, «indignada» por la «falta de coherencia en la toma de decisiones», manifiesta un «profundo malestar» por parte no solo de la asociación que representa sino otras del sector porque «no se está respetando lo pactado en los niveles del llamado semáforo COVID aprobado por el Govern balear en noviembre 2020″.
Es decir, que con la incidencia actual de la enfermedad en la isla y siguiendo lo pactado podrían estar abiertos los interiores (con restricciones de aforo) y que las terrazas podrían tener más capacidad permitida y abrir hasta más tarde. Hay que recordar de que al menos hasta el 23 de abril solo abren terrazas y al 50 por ciento del aforo con un horario de 9 a 17 horas en Ibiza.
«Cuando había una incidencia alta el sector entendió que era el momento de cerrar y nadie pidió abrir. Nos hemos sacrificado nosotros y toda la sociedad en muchos aspectos pero ahora, con buenos números, no se nos está permitiendo abrir», insiste la empresaria.
Juan Spiteri apunta que es absurdo que el Govern haya dado ayudas para adquirir purificadores de aire para los interiores y ahora estén sin usar. «Nos explicaron que era una manera segura de poder usar y ampliar el aforo de los interiores y por eso se compraron», recuerda.
El mayor problema, subraya, no es la restauración sino que la vacunación va a un ritmo «tremendamente lento en Baleares» y no se puede cargar este hándicap sobre los hombros de los restauradores y hosteleros en general, insiste Juan Spiteri.
Además, la portavoz del sector cree que para reactivar el turismo hay que enviar a los mercados emisores el mensaje de que Baleares es un destino seguro; un mensaje que pasa por «ponerse las pilas en la vacunación como están haciendo otros destinos competidores». «El gobierno británico ya está diciendo que abrirá puertas a viajes a otros países en función de la incidencia y tasa de vacunación», recuerda.
«Tendrán que asumir los costes de su decisión»
Si el motivo de que el Govern mantenga unas restricciones tan rígidas en las islas de Ibiza y Mallorca es el de llegar a la temporada con una incidencia baja, Juan Spiteri remarca que esa decisión «tiene unas consecuencias económicas gravísimas que se tienen que compensar». «Si la línea es esa hay que asumir los gastos de esa decisión», apunta y lamenta que siguen esperando las prometidas ayudas estatales.
Alquileres de locales, gastos financieros o las amortizaciones siguen corriendo a cuenta de un sector agonizante, mientras que en otros países sí han recibido compensaciones por estos gastos.
«No podemos estar cerrados, callados y pagando nosotros», subraya Juan Spiteri.
Dentro de unas pocas semanas tendrían que comenzar a abrir negocios de temporada, con lo que el problema se va a multiplicar. «Si la situación ahora es sangrante, lo va a ser aún más porque habrá más negocios que tendrían que estar funcionando y no lo estarán. Hay que tener un plan porque las decisiones erráticas no benefician en nada a nadie», remarca la portavoz del sector. «Hace unos meses y con la incidencia que hay ahora teníamos abiertos los negocios hasta las doce de la noche, no nos olvidemos de eso», relata la empresaria.
«Inadmisible la discriminación promovida por el Govern».
Las patronales del sector en Baleares aseguran que en estos 13 meses han sufrido un descenso de facturación de casi el 80 % y «sin ningún tipo de compensación o indemnización efectivas que contrarresten las infundadas restricciones impuestas». Por ello, tachan de «inadmisible la discriminación promovida por el Govern».
«Observamos con enorme preocupación los mensajes que ya está lanzando el Govern de mantener restricciones más allá del 9 de mayo 2021, cuando decaiga el vigente estado de alarma y recuperemos el régimen normativo ordinario«, advierten en una nota conjunta PIMEM-Restauración y de Restauradores de Mallorca (Arema).
Reprochan al Govern balear la «ausencia de un criterio sanitario válido que sustente las medidas impuestas a la restauración en general desde hace meses», y de nuevo en el BOIB del pasado 10 de abril 2021. «Se trata de otra arbitrariedad política más de nuestro ejecutivo autonómico», acusan.
Ante lo que tildan de una «vulneración del marco jurídico que el propio ejecutivo ha aprobado unilateralmente al amparo del estado de alarma vigente», las patronales de restauración apelan a los grupos políticos con representación en el Parlament y les piden que exijan al Govern «que sea consecuente con sus decisiones y que cumpla sus propios decretos».
Creen que la situación supone una «indigna degradación» de las instituciones y alegan que «es responsabilidad de todos los que forman parte de ellas el velar por su integridad, visto que el ejecutivo balear no tiene intención de cumplir con lo que aprueba unilateralmente».
Aseguran que un ejecutivo que no cumple lo que aprueba «carece de toda credibilidad y legitimidad para erigirse en garante de nada», y señalan el incumplimiento de otros compromisos como la ampliación del acceso a créditos a través de la sociedad de garantía ISBA y la exención de ciertas tasas municipales.
«Instamos a todos los partidos políticos y a todos los cargos públicos que sean los primeros en exigir que se cumpla y se haga cumplir sin excusa ni demora la normativa vigente, y que denuncien formalmente toda discriminación jurídica y arbitrariedad política, especialmente y en particular la impuesta sobre los 9.600 negocios de restauración en Baleares que está poniendo en riesgo 55.000 puestos de trabajo y en torno al 5 % del PIB de las islas«, concluyen