José Luis Branger, coleccionista de arte que atesoraba, entre otras piezas, varias decenas de obras del falsificador Elmyr de Hory, ha fallecido en Ibiza a los 75 años.
Branger, nacido en Venezuela el 25 de julio de 1948, residía desde hacía décadas en Ibiza, isla que conoció en los años 70. Por lo que ha trascendido, falleció el martes por causas naturales tras sufrir una enfermedad.
Coleccionó durante años obras del famoso artista húngaro Elmyr de Hory, que también residió en Ibiza sus últimos años de vida hasta su muerte por suicidio en 1976.
Pero Branger solo coleccionaba aquellos cuadros que estaban firmados con el nombre de Elmyr, es decir, no aquellos otros lienzos que hizo pasar por cuadros de los grandes maestros como Picasso y Matisse y que entraron (presuntamente) en colecciones privadas y en museos.
Branger también prestó su conocimiento y experiencia sobre el famoso falsificador en el documental ´Elmyr en el acantilado´ de Jaume Vinyas (Dipso Films), rodado en parte en Ibiza.
Branger, durante un tiempo asiduo a las exposiciones y actos culturales de Ibiza, explicaba que a Hory le hubiese gustado triunfar con su propia firma y no como falsificador, pero no lo logró. Llegó a exponer su colección en una muestra en el Club Diario.
Branger poseía otra rareza: una colección de litografías que Elmyr realizó ‘a la manera de’ y que se reunieron en una carpeta con un texto de Howard Sackler, que era otro de esos personajes increíbles que han pasado por Ibiza: escritor y guionista ganador del Premio Pulitzer y coescritor del famoso monólogo sobre la tragedia del barco USS Indianápolis de la película ´Tiburón’ de Steven Spielberg. Sackler vivió muchos años Santa Eulària, donde está enterrado.
Branger tenía amistad con Mark Forgy, el controvertido coleccionista y heredero de Elmyr de Hory que vivía con él en Ibiza cuando se suicidó. También admiraba la colección de cuadros de Elmyr de Hory que atesora el conocido empresario Pepe Roselló y que expuso en el Far de ses Coves Blanques en 2021. Una exposición a la que acudió Branger.
La noticia de su muerte la han comunicado en redes sociales familiares y amigos de Branger.
También se han hecho eco de su muerte algunos usuarios de redes porque Branger, conocido como Caramelo Branger, Caramelito Branger o sencillamente Karamelo, estuvo imputado, aunque posteriormente absuelto, en el conocido como Caso Vegas Pérez.
Este caso se refiere al secuestro y asesinato en Venezuela de Carlos Vicente Vegas Pérez, un niño de 13 años de edad, en febrero de 1973.
El niño fue secuestrado y, aunque la familia pagó su rescate tal y como pedían los captores, apareció muerto unos días después en un barranco. Pronto se cumplirán 51 años de este suceso.
La investigación llegó a la conclusión de que el secuestro tenía como fin último saldar una deuda con narcotraficantes colombianos. Entre los imputados estaba Branger pero, tanto él como los demás detenidos, fueron liberados más tarde.
El Caso Vegas Pérez recibió una atención mediática muy intensa en Venezuela y por eso ha vuelto a salir a la luz a raíz del fallecimiento de Branger.
DEP , Caramelo… gracias por todo.
Fuíste víctima, de una campaña mediática en Venezuela, durante más de medio siglo, originada por los financistas de la campaña de Chavez y todos los adecos ladrones y traidores, que impulsaron la invasión de colombianos y narcos hacia Venezuela. Dios te hará justicia. Descansa tu alma en paz.
El caso Vegas Pérez fue un ejemplo patético de la decadencia de las élites venezolanas que condujo a la hegemonía castrochavista décadas después, y un auténtico punto de inflexión en cuanto a la violencia que se consideraba admisible en la sociedad venezolana (que en esa época parecía avanzar rauda hacia el desarrollo económico): Niños ricos absueltos de un crimen terrible para los estándares de la época a cuenta de su dinero y el poder de sus familias. Luego se fueron a Europa a vivir como gente «civilizada» y respetuosa de la ley, algo que el desprecio por su propia gente y leyes les impedía hacer en su país.
Como decía mi madre: «Maldito el pájaro que se caga en su nido»