Desde hace ya varios años, el consumo de gas de la risa (óxido nitroso) como droga recreativa se ha convertido en un auténtico problema para la isla… y no siempre por las razones que podemos pensar.
Lo cierto es que, al margen de la mala imagen y problemas de salud pública que genera la venta en la calle de globos de este gas a los turistas para drogarse en zonas de ocio nocturno como Platja d’en Bossa y la bahía de Sant Antoni, el consumo de este gas genera importantes problemas e impactos medioambientales.
Por una parte, cientos de botellas de este gas llegan al vertedero de Ca na Putxa. Es un material muy complicado de gestionar y que incluso ha explotado alguna vez dentro de las máquinas procesadoras de residuos.
Pero, por otro lado, vemos un impacto directo en el mar, que es donde acaban casi siempre los globos que se usan para inhalar este gas. La imagen captada por P.J. González y cedida para su uso en Noudiari, muestra una acumulación de basura en un rincón de la bahía de Sant Antoni el fin de semana. En ella se aprecia perfectamente la presencia de restos globos para consumir gas de la risa y que son una nueva y nociva aportación de plásticos contaminantes a nuestros mares.
Alcalde dimision